El exdelantero del Amorebieta Ekain, rodeado de jugadores azules. LaLiga

Una lección para el Amorebieta

Los azules sufrieron en El Sardinero ese otro fútbol que no dominan, algo que les ha costado ya valiosos puntos

Fernando Romero

Martes, 12 de septiembre 2023, 14:28

El Racing de Santander le dio al Amorebieta este domingo en El Sardinero toda una clase magistral de cómo se debe afrontar un partido equilibrado, de esos que más que nunca se van a decidir por detalles. Pero, sobre todo, de cómo hacer que un ... encuentro discurra por los cauces que más le interesan al conjunto que marcha por delante en el marcador. Una lección que los azules deben aprender lo antes posible si quieren optar a no sufrir más de la cuenta en esta Liga Hypermotion.

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Del choque ante los cántabros se salvan las ganas y el derroche físico que le puso el cuadro de Haritz Mujika, que vio cómo su homólogo en el banquillo rival le ganó la batalla táctica. Poco más que rascar en un encuentro donde el Amorebieta fue un constante quiero y no puedo. Con más posesión que su rival, dato ya de por sí poco habitual, apenas logró conectar un par de remates entre los tres palos en todo el partido. Y fue ya en la segunda mitad.

No le salió nada a derechas al Amorebieta. Ni encontró las bandas, ni puso buenos centros, ni logró jugar entre líneas. Tampoco funcionó la otras veces buena presión que ejercen sobre los rivales, ni se pudo ver la intensidad habitual de los zornotzarras. El choque se jugaba como más le interesaba al Racing y la impotencia se fue apoderando de unos exhaustos jugadores con el paso de los minutos.

El Racing golpeó primero, muy pronto, con tiempo suficiente por delante para tratar de revertir la situación. Pero ahí el equipo José Alberto desenfundó el manual del otro fútbol para hacer que no pasase absolutamente nada de relevancia. Le dio el balón a los de Urritxe, anuló a un Carbonell desesperado poniendo a Peque como su eterna sombra, cerró espacios y maniató a Eneko Jauregi, que apenas pudo pelear por algún balón con Germán y Alvés imponentes en el eje de la defensa verdiblanca.

Buscó soluciones Mujika moviendo de sitio a sus jugadores, cambiando incluso el dibujo sobre el rectángulo de juego para iniciar con tres desde atrás, metió a los extremos por dentro… pero el Racing no dio su brazo a torcer ni ofreció apenas síntomas de debilidad.

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Pero no sólo eso. Los de José Alberto hicieron también a la perfección todo aquello que se le ha recriminado al Amorebieta. Mató el partido, especialmente el primer tiempo. Ese saber gestionar el cronómetro y el tempo de juego que tanto ha echado de menos el conjunto zornotzarra ante Albacete y Espanyol, contra los que desperdició dos goles de renta.

Resignación

«Lo han hecho bien. El Racing ha sabido jugar el partido, con el tiempo, quitarnos nuestras armas. Ha salido el partido que ellos querían», resumía un resignado Haritz Mujika en sala de prensa. «Esto nos tiene que servir para aprender. El Racing ha jugado un partido muy bueno después de ponerse por delante y nosotros hemos jugado dos partidos en los que nos hemos puesto dos veces por delante y no hemos sabido jugar como el Racing», se quejaba. «Hay que aprender, exigirnos mucho más».

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«Lo hemos intentado hasta el final. No sé si podríamos haber metido un gol o no, pero el esfuerzo que han hecho los chavales ha sido grande», agradecía el técnico de Pasajes, para quien esta segunda derrota de la temporada debe servir «para aprender cómo se defiende un marcador a favor», insistía.

El próximo domingo, en Lezama a la hora de comer, el Amorebieta tendrá una nueva oportunidad para demostrar que las buenas sensaciones del arranque no han sido un espejismo. Enfrente estará un Mirandés que viene de ganar en un partido loco al Andorra (4-3) y que atesora ya siete puntos, dos más que los azules.

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