Huesca 0-0 Amorebieta

El Amorebieta se queda a medias en Huesca

Tras la victoria ante el Elche de la pasada jornada en Lezama, y haciendo bueno el dicho de 'aquello que funciona, no se toca', Jandro Castro repitió el mismo once de hace una semana para afrontar el decisivo duelo ante el Huesca. Lo que no logró, al menos en la primera mitad, es ser más protagonista con el balón, que es lo que reclamaba el asturiano en la previa.

Los de Antonio Hidalgo fueron claros dueños de la pelota en un primer periodo que no fue precisamente una oda al fútbol y en el que ambos contendientes se mostraron mucho respeto. Incluso demasiado, especialmente en el arranque, muy condicionados ambos por su situación clasificatoria y la importancia de los puntos en juego.

El Huesca, pese a su dominio, no le hizo pasar casi apuros al Amorebieta, que acumulaba muchos futbolistas en la zona frontal de su área. Hubo que esperar hasta la media hora de juego para poder ver la primera ocasión de claro peligro del encuentro. Fue, obviamente, para el cuadro local, en un remate muy escorado de cabeza de Pulido al que Pablo Campos respondió con una buena parada de reflejos. Fue en esa fase de partido cuando los azulgranas apretaron algo más en ataque, generando alguna acción de cierto riesgo aunque sin llegar a poner a prueba de nuevo al meta del cuadro zornotzarra.

El que estuvo inédito en la primera mitad fue Álvaro Fernández, dado que el Amorebieta se fue al descanso sin un solo remate a la portería del Huesca. Su único disparo, por computar algo para la estadística, fue un zapatazo de Carbonell desde fuera del área que se fue muy alto directamente a la grada.

La dinámica cambió tras el paso por vestuarios. El Amorebieta metió un par de marchas más a su juego. Quiso el balón y a partir de ahí comenzó a crecer en ataque de forma notable. El partido se inclinó de su lado durante un primer cuarto de hora en el que enlazó varias buenas ocasiones para haber roto la igualdad en el marcador, pero le faltó definición en los metros finales. Las más claras de todas estuvieron en las botas de Rayco y de Unzueta. El canario recibió solo dentro del área pero estuvo muy lento a la hora de armar la pierna. Al final, su tímido disparo lo estrelló en el cuerpo del cancerbero. El delantero de Abadiño, por su parte, buscó un lanzamiento con rosca desde el vértice del área, pero el balón se fue por centímetros junto al palo.

A Antonio Hidalgo no le gustó cómo se estaba poniendo el partido y metió de golpe y triple cambio para tratar de frenar las acometidas de los de Urritxe. Lo lograron en cierto modo, ya que el encuentro pasó a convertirse en una suerte de intercambio de golpes, ninguno de ellos decisivo. Josue Dorrio acarició el gol con un remate de cabeza llegando desde atrás tras un buen servicio de Núñez, pero su frentazo no cogió portería. En la recta final, el que se erigió en protagonista fue Pablo Campos, que metió una buena mano abajo a remate de Javi Martínez para salvar, al menos, un punto para el Amorebieta.