Gayá, obligado a dar un paso al frente

La expulsión más que rigurosa de Félix ante el Valladolid y la rotura de ligamento de tobillo de Jorge Mier dejan a Josep Gayá como única baza disponible -o al menos la más lógica- para completar la tripleta de centrales que viene disponiendo el cuadro de Urritxe en las últimas jornadas con notables resultados. Otra opción sería reconvertir a Yriarte para que jugase más retrasado de lo habitual o incluso recolocar a Carbonell de central, una posición en la que actuó en contadas ocasiones durante su estancia en el Barcelona B.

Con Jandro poco dado a experimentar, menos aún a estas alturas de curso en la que el margen de maniobra y la opción al fallo son ya prácticamente nulos, parece claro que el central cedido por el Mallorca estará de salida junto a Bustinza y Etxeita ante el Burgos en un duelo clave para seguir luchando por la permanencia.

Gayá recuperara así el protagonismo perdido desde mediados de diciembre. Hasta entonces, el central cedido por el Mallorca, donde Javier Aguirre le seguía de cerca, manteniéndole en dinámica del primer equipo muy a menudo, y donde había gozado ya de minutos en la máxima categoría en escenarios tan imponentes como el Bernabéu y el Camp Nou, había completado prácticamente todos los encuentros que disputó, dejando buenas sensaciones y actuaciones individuales en el verde.

No obstante, la recuperación física de Etxeita, con problemas de publis en la primera mitad de la temporada; la incorporación de Bustinza en el mercado de invierno; y la llegada de Jandro a Urritxe fueron factores que mandaron al de Manacor al banquillo durante un buen puñado de jornadas. Volvió a ser titular en Alcorcón por necesidad y entró con urgencia el pasado fin de semana para recomponer el roto que supuso la roja a Félix Garreta al borde del descanso, en un choque en el que el Valladolid acabó truncando la buena dinámica de los azules en un par de acciones a balón parado.

«Era un partido que teníamos que ganar, una final más para nosotros, pero la cosa se puso mal con la expulsión. Con uno menos fue muy difícil, pero los ánimos están a tope y vamos a seguir hasta el final», afirma el central manacorí. Gayá, que llegó casi sobre la bocina en mercado de fichajes veraniego, se adaptó rápido a Amorebieta, donde asegura estar «como en casa». «Es un poco diferente a la isla en clima, paisajes y demás, pero la gente aquí es un diez», elogia.

Centrado ya en el encuentro de este sábado en Burgos, Gayá tiene claro que «será un partido muy difícil, nadie ha conseguido ganar allí durante la temporada». «Las estadísticas están para romperse y vamos a ir allí a conseguir la victoria y traer los tres puntos para casa», lanza. Del tipo de partido que espera ante los de Bolo, el defensa riene claro que «es un equipo muy duro, con mucho juego directo, sobre todo al inicio». «Después también juegan con mucho centro lateral. Va a ser una guerra muy bonita, sobre todo para los centrales. La esperamos con ganas», afirma.