La falta de puntería deja sin premio a un buen Amorebieta

El 2-0 final no refleja, ni de lejos, lo sucedido en el verde. A los puntos, el triunfo hubiera sido claro para un Amorebieta que parece haber encontrado el camino a seguir. Pero el faltó gol. Todo lo contrario que al Elche, que apenas inquietó la portería vizcaína pero que terminó quedándose con la victoria.

El Amorebieta compareció en el Martínez Valero sin sorpresas en el once y repitiendo esa disposición táctica que tan bien le fue en El Molinón y en Lezama. Pero, sobre todo, salió con las ideas muy claras y un plan de partido que se le atragantó al Elche. El primer cuarto de hora tuvo un claro color azul, con un Amorebieta veloz que supo aprovechar los espacios para generar mucho peligro.

Jon Morcillo perdonó lo imperdonable. Primero en una doble ocasión totalmente sólo ante el meta San Román. No valió porque estaba adelantado, pero ese tipo de lances no se pueden fallar. El extremo cedido por el Athletic erró también un par de minutos después en una muy buena contra lanzada por un Avilés que trajo por la calle de la amargura a la defensa franjiverde. Morcillo decidió chutar al muñeco cuando Dorrio entraba totalmente sólo por el centro.

El Elche logró sacudirse de encima la presión y el orden de los de Urritxe en torno a la media hora, pero sin llegar a inquietar en demasía a un bien armado Amorebieta. Logró sólo una clara ocasión que, eso sí, pudo ser decisiva. Josan puso un centro a la espalda de la defensa vizcaína y Mourad entró con todo al remate, mandando el balón rozando el larguero.

Superado el susto, los de Haritz Mujika supieron reconducir el encuentro a su terreno, y movieron bien el balón para no pasar apuros. Les faltó, no obstante, tener mayor ímpetu y decisión en el último tercio del terreno de juego. Ese final de la primera parte, con el Elche incapaz de quitarle el balón a los azules, no gustó a la afición del Martínez Valero, que despidió a los suyos con pitos.

La segunda mitad arrancó con más viveza, especialmente por parte del cuadro alicantino. Pablo Campos salvó los muebles a remate de Mourad y el VAR anuló acertadamente un gol de Plano por falta sobre el meta azul. Esas dos tempraneras acciones no achicaron al Amorebieta, cuya inmediata respuesta fue un disparo de Avilés que se le fue muy cerca del segundo palo con todo a favor.

El eléctrico Dorrio también pudo marcar a la hora de juego, pero su remate forzado lo sacó una vez más San Román, al igual que el disparo de Morcillo en el rechace. El extremo zornotzarra tuvo otra más en el 67', pero el disparo le salió demasiado cruzado. La cascada de llegadas y ocasiones era una casi constante. De hecho, parecía increíble que el encuentro enfilara los último diez minutos con el marcador inalterable.

Pero, como tanto suele suceder, quien perdona lo acaba pagando. En el 83', en un saque de esquina. Mario Gaspar cabeceó en primer palo, el balón rebotó ligeramente en Mier y tomó la curva necesaria para superar por alto a Pablo Campos. Un enorme jarro de agua fría para los azules, que pudieron empatar por mediación de Quintero. Pero no hubo manera.

Ya en tiempo de descuento, con los vizcaínos tratando a la desesperada de buscar la igualada, Tete Morente dio la puntilla al Amorebieta en un gol que se estuvo revisando durante más de tres minutos por posición muy ajustada del delantero. El largo añadido llevó el encuentro hasta más allá del minuto 100, con Gayá estrellando un balón en la madera.