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Fernando Romero
Lunes, 5 de febrero 2024, 18:33
Dicen que quien no aprende de su historia está condenado a repetirla. Trasladando el dicho al mundo del fútbol, eso es exactamente lo que está pasando al Amorebieta. Los azules siguen siendo esquilmados debido a sus propios errores, los mismos que les vienen lastrando desde ... hace ya muchas jornadas y que no son capaces de minimizar.
Aunque algo menos, el balón parado sigue siendo un dolor de cabeza para los de Urritxe, aunque más sangrante es aún la falta de contundencia de la que adolece el equipo en muchos tramos y unos despistes que terminan costando muy caros. Como dato mata a relato, basta echar un vistazo a las estadísticas para ver que los momentos más flojos de los zornotzarras en los partidos son el arranque de cada periodo y la recta final de cada encuentro. Es en esos momentos de juego en los que más goles ha encajado.
En el momento tan delicado que está el Amorebieta, duelen especialmente los tantos encajados nada en los primeros compases de partido. Mazazos tempraneros de los que luego es complicado reponerse y que en las últimas jornadas se han convertido en demasiado habituales. La última muestra, este domingo en Lezama contra el Racing, con un gol justo cuando el crono marcaba el cuarto de hora. Como también sucedió de forma sangrante hace un par de semanas contra el Eldense en un gol en claro de fuera de juego a los ocho minutos que nunca debió subir al marcador. O como el gol recibido en el Carlos Tartiere en el minutos tres.
«No me gusta que no entramos bien a los partidos, hemos encajado gol muy pronto casi siempre. Hoy (por ayer domingo) nos ha pasado otra vez», se quejaba Jandro tras sufrir una nueva derrota. «Encajar tan pronto nos mata. Hemos hablado de intentar que eso no pase, de intentar jugar en campo contrario el mayor tiempo posible para que el balón esté lejos de nuestro área… y nos ha vuelto a pasar», lamentaba.
Lo cierto es que el arranque de partido del Amorebieta ante el Racing no fue bueno. Los de José Alberto estaban con otra intensidad, tenían una marcha más. Y eso se notó sobre el verde del campo 2 de Lezama. «Los primeros quince o veinte minutos nos penalizan. No hemos entrado bien al partido. Ir a la contra siempre, por detrás en el marcador, en la situación en la que estamos es difícil. Al menos el equipo ha ido a más y ha tenido oportunidades. Pero la efectividad… no hemos tenido el acierto de meterlas», señalaba el asturiano reseñando el otro gran debe del Amorebieta. «Al final esto es fútbol. No hemos entrado bien, y cuando hemos estado bien, no hemos metido», resumía. «Seguiremos trabajando y esas ocasiones las meteremos. Pero tenemos que ser más efectivos porque el resto de equipos sí que lo son. La eficacia es la que lo marca todo».
«Cuando pierdes, lo ves todo muy negro», admitía el mierense, que sacó la cara por los suyos. «Veo al equipo muy vivo en cada partido. Lo les puedo pedir más a los jugadores porque lo dan todo. Se entregan, acaban muertos en cada partido, en cada entrenamiento», afirmaba. «Tenemos que cambiar la dinámica y espero que sea el día del Elche. Seguro que cambiando esa dinámica y que la cabeza funcione un poco mejor, cogiendo más confianza, las ocasiones que hemos tenido días atrás entrarán», lanzaba convencido Jandro. «Yo soy positivo», apostillaba.
El mensaje del titular del banquillo de Urritxe es muy conciso: «Seguir, insistir y acertar». «Hay que cambiar la dinámica, estamos trabajando para cambiarla y para ganar. En el momento en que ganemos seguro que todo va a ir mejor», insistía. «Yo tengo que levantarles, yo soy el que tiene que mejorar al equipo. Me gusta hablar con los jugadores, pero me gusta más trabajar», espetaba. «Que nadie baje los brazos, no lo voy a permitir», advertía.
El duelo de este domingo en Lezama ante el Racing de Santander, además de la derrota, dejó otra mala noticia: la lesión de Ángel Troncho. En el minuto 70, tras un choque con un rival, el atacante se echó rápidamente mano a la rodilla, haciendo de inmediato el gesto del campo al banquillo. «Estamos un poco preocupados porque le han hecho alguna prueba y la sensación no es muy buena», dejaba entrever Jandro tras el partido. El futbolista está pendiente de ser sometido a una resonancia magnética para ver el alcance de su lesión, pero muy posiblemente tenga que decir adiós de forma anticipada a la temporada. Un contratiempo más para un Amorebieta en una temporada negra.
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