El Eibar tumba al Amorebieta en Lezama en el descuento

En el tercer encuentro de la semana, Haritz Mujika le dio un nuevo revolcón a su once, con otra media docena de novedades y otro ligero retoque a su dibujo, ubicando a Morán por delante de la defensa y situando a la misma altura a Eraso y Edwards. Aunque lo verdaderamente reseñable es que los azules recuperaron el mordiente que les faltó jornadas atrás.

Amorebieta y Eibar ofrecieron una vibrante primera mitad, a la que también colaboraron de forma muy activa el colegiado González Francés y Sánchez López, a los mandos del VAR. Los zornotzarras salieron impetuosos y ya en el tercer minuto de juego pudieron marcar por mediación de Eraso, pero su remate le salió demasiado centrado. No tardaron sin embargo los de Urritxe en percutir con tino. En el ocho, Morcillo puso un balón muy tocado a la frontal, Luca Zidane dudó en su salida y Dorrio aprovechó para marcar desde posición escorada.

Los de Joseba Etxeberria no acusaron el gol y reaccionaron con prontitud. Rahmani primero avisó con un remate que se le fue por encima del travesaño y después acertó a cabecear un centro de Tejero, aprovechando el despiste de Núñez en la marca. Dos goles en menos de un cuarto de hora.

Tras un pequeño armisticio, los dos equipos le metieron una marcha más al encuentro, que se vio condicionado de forma excesiva por el videoarbitraje. Antes de la media hora, Eraso marcó un soberbio golazo desde más allá de la frontal, pero el colegiado lo acabó anulando a instancias del VAR y tras revisarlo en el monitor a pie de campo por una muy dudosa falta de Edwards en el arranque de la jugada.

Aún quedaban dos apariciones más del VAR. EN el 35', hubo unas manos claras en el área armera que el colegiado no vio. Tras ser avisado por el pinganillo, y después de una larga revisión en el monitor, decretó la pena máxima. Lanzó Morcillo con potencia, pero Luca Zidane le adivinó la intención.

La ya enervada afición local elevó su nivel de enfado cuando en los últimos compases del primer periodo el colegiado canario pitó penalti a favor del Eibar por otra acción que dejaba muchas dudas, aunque en esta ocasión no se acercó hasta la pantalla para confirmarlo. Stoichkov ejecutó desde los once metros pero el internacional Pablo Campos voló para despejar el cuero. En los diez minutos de añadido, el meta azul salvó de nuevo a los suyos con una parada de enorme mérito en un mano a mano con Corpas.

Tras el paso por vestuarios, el encuentro mantuvo una muy alta intensidad, con los dos equipos entregados. El balón iba muy rápido de lado a lado, sin un dominador claro, pero ni azules ni armeros llegaron a tener ocasiones realmente claras para inclinar la balanza a su favor.

El derbi se resolvió en el último cuarto de hora, y la principal referencia fue la pegada. El Amorebieta tuvo el gol muy cerca en las botas de Lasure, primero con un zapatazo lejano y después con un remate en el que Luca Zidane se redimió de su fallo en la primera mitad con una espectacular intervención. En la otra portería, Bautista se deshizo de Dorrio, improvisado lateral derecho en los minutos finales, y puso el balón atrás para Aketxe, que fusiló en su primera intervención en el partido.