El calvario a domicilio del Amorebieta

En A Malata, inexpugnable desde el pasado mes de diciembre, Mujika trató de revertir la situación recuperando la vieja receta táctica del Amorebieta: jugar con tres centrales y dos carrileros largos. El objetivo era claro, frenar el juego por bandas del Racing de Ferrol y poblar el centro del campo para ser fuertes en esa zona. Por el contrario, se dejaba demasiado sólo en punta de ataque a Jauregi, por más que Rayco o el activo Morcillo se metiesen por dentro con asiduidad.

La fórmula funcionó durante buena parte de la primera mitad. Un cambio de sistema que pilló a contrapié a los de Cristóbal Parralo, atascados en su juego y sin apenas opción de hacer daño por bandas. Sin embargo, fue el equipo naval el que golpeó primero aprovechando una de esas segundas jugadas que tanto daño le están haciendo al equipo azul este curso. En dos toques, Carlos Vicente se plantó delante de Pablo Campos para anotar el único gol del encuentro. Un torpedo a la línea de flotación de los vizcaínos, que volvieron a naufragar lejos de Lezama pese al buen desempeño mostrado en muchas fases del encuentro.

El Amorebieta tuvo opciones para haber llevado el encuentro a otro nivel, generando algunas buenas llegadas. Pero por segundo partido consecutivo se quedó en blanco. Una circunstancia que extraña en un Amorebieta que durante las primeras jornadas era el más goleador de Segunda División, mostrando tremenda pegada, pero que se ha ido apagando poco a poco.

El otro gran problema reside en la cantidad de goles que está encajando el Amorebieta en sus salidas. Son diez dianas recibidas frente a las cinco anotadas, lo que le convierte en el equipo visitante más goleado de la categoría junto a Eldense, Burgos y Andorra. Una sangría que a la que urge poner fin.

Lo sucedido en A Malata lo explicó Haritz Mujika sin rodeos: «Nos ha faltado determinación en ataque. No hemos tenido presencia, no hemos sido capaces de rematar los centros que hemos sacado, ni de estar cerca. Nos ha faltado confianza, determinación, creer en rematar». Un mensaje contundente.

«Hemos hecho un gran esfuerzo pero no nos ha valido para mucho», se resignaba el técnico de Pasajes. «Estamos compitiendo, que es lo que se tiene que pedir en esta categoría. Ha sido un inicio duro en el que hemos sacado puntos. Tenemos que ser igual de competitivos fuera de casa que en casa, pero no está costando. Estamos encajando las piezas, el campeonato es largo», reseñaba un Haritz Mujika disgustado por una nueva derrota.

La parte positiva de una semana de tres partidos es que los azules tienen a la vuelta de la esquina una nueva oportunidad para redimir sus pecados. Aunque la prueba será de lo más exigente. Visita Lezama «el mismísimo Eibar», como lo calificaba Mujika en la sala de prensa de A Malata. «Esto va muy rápido, el domingo tenemos otro partido muy difícil. Tenemos que recuperar a los jugadores de estos esfuerzos y preparar el derbi lo mejor posible. Tenemos ganas de hacer un gran trabajo para que se queden los puntos en casa», zanjaba el titular del banquillo de Urritxe.