Otro borrón que engorda el saco de suspensos

Un nuevo descalabro que le está castigando a sentarse con los peores de la clase y que le deja a expensas de aprobarlo todo en casa ante la seria amenaza de tener que repetir curso que empieza a cernirse sobre su cabeza.

Y eso que tras restañar su confianza después del balsámico triunfo ante el Racing de Ferrol, los azulgranas se habían impuesto la obligación de volver a la senda del triunfo también lejos de casa, a poder ser conquistando los tres puntos que se ponían en liza ante un Burgos muy exigido al haberse visto relegado a posiciones de descenso.

Ante la ausencia del sancionado Corpas, y sin poder contar aún con Matheus y Arbilla, pacientes ya habituales de una enfermería armera a la que Merquelanz se sumó a última hora debido a unas molestias musculares, Joseba Etxeberria apostó por los mismos que partieron de inicio en la anterior jornada, con Cubero de vuelta en el lateral derecho, y la inclusión de Chema en lugar de Carrillo.

Conscientes de que el rival saldría a morir matando, la principal premisa que pareció haber dado el elgoibarrés, por encima incluso de buscar la portería contraria, era la de mantener su portería cercada para aprovechar los nervios de un equipo que llevaba más de dos meses sin ganar.

Pero a medida que iban transcurriendo los minutos, la sensación que emanaba el partido era que el conjunto de Luis Miguel Ramis encontró un pasillo abierto para colarse por la banda cubierta por Hodei Arrillaga, mientras que el Eibar no era capaz de hilvanar ni una sola acción que no fuera a balón parado.

De hecho, las únicas ocasiones generadas por los azulgranas nacieron de sendos córners botados por Cubero que Jorge Pascual cabeceó sin éxito, aunque la cruda realidad reflejó que de no ser por la inspiración de Jonmi para repeler todo lo que le lanzaron los castellanos, el Eibar habría entregado la cuchara antes del descanso.

Acabó haciéndolo a los pocos minutos de la reanudación debido a un descomunal error de Chema, que por culpa de un traicionero bote tras un saque de puerta de Jonmi, regaló un balón al que Curro Sánchez le puso el lazo.

Y aun golpeado, sin alma y a la desesperada, la escuadra eibarresa llegó a soñar con que Xeber podría aprovechar un gran centro de Cristian, pero el remate del hondarribitarra se estrelló en el cuerpo de Florian Miguel.

Difícil papeleta la que tiene también el equipo femenino, que esta tarde (16.00 h.) rinde visita a uno de los grandes cocos de la categoría, el Atlético de Madrid, con el descenso cada vez más cerca.