El Amorebieta vuelve a tropezar lejos de casa

Con otra media docena de cambios en el once inicial para meter piernas frescas en esta semana cargada de partidos y recuperando el esquema de tres centrales y dos carrileros, el Amorebieta buscó ser el primer equipo en derrotar al Racing de Ferrol en su feudo desde el mes de diciembre. Los esfuerzos fueron baldíos.

Los zornotzarras, que estrenaron su tercera equipación roja 'estilo Arsenal' en este duelo de recién ascendidos, protagonizaron un buen primer cuarto de hora. El juego lo cargaron sobre todo por la banda izquierda, donde Iker Seguín y Morcillo fueron un quebradero de cabeza para la zaga local. El extremo zornotzarra estuvo especialmente activo y buscó el gol en un par de remates, pero le faltó afinar el punto de mira.

La disposición táctica de los de Urritxe se le atragantó al cuadro ferrolano, que apenas lograron inquietar la portería vizcaína. La parte negativa es que cuando lo hicieron fueron letales. Avisó Señé en el 32' con un remate picado de cabeza ante el que Pablo Campos se lució con un paradón. Tres minutos después, no pudo hacer nada para evitar el tanto de un hasta entonces desaparecido Carlos Vicente. Una segunda jugada mal defendida le costó a los de Haritz Mujika verse por detrás en el luminoso de A Malata.

El tanto espoleó al Amorebieta, que en los últimos minutos del primer periodo pudo igualar la contienda. Rayco se inventó un pase magistral al punto de penalti, pero Morcillo no llegó por centímetros a remachar. En la acción posterior, y con idénticos protagonistas, el atacante cedido por el Athletic no pudo aprovechar el error del defensa en primer palo para embocar.

El segundo periodo comenzó con más agilidad en el verde pero sin variar la dinámica en exceso. El control lo tenía un Racing de Ferrol que volvió a marcar con rapidez un tanto que no subió al marcador por fuera de juego en el arranque de la jugada. Antes de abandonar el terreno de juego, Morci dejó otro buen destello con un centro de primeras al que Jauregi no reaccionó a tiempo para llegar.

Prescindiendo de la circulación por el centro del campo, ambos equipos buscaron la meta rival pero sin llegar a estar lo suficientemente precisos en esos metros finales. Los de Cristóbal Parralo dieron sensación constante de poder sentenciar el encuentro en sus veloces contras, pero el trío de centrales azules estuvo a muy bien nivel para evitarlo.

En ataque, los azules lo intentaron una y otra vez con centros laterales buscando primero a Jauregi y después a Da Graca, aunque quien más cerca estuvo de marcar fue Rayco. El cabezazo del canario lo atajó sin embargo un poco exigido Cantero a falta de veinte minutos para el final. Ese fue el único remate peligroso del Amorebieta en toda la segunda mitad. Un bagaje demasiado escaso para intentar sumar.