El Amorebieta se reencuentra a sí mismo

Las anunciadas rotaciones de Haritz Mujika para dar descanso a jugadores con mucha carga de minutos se transformaron en hasta cinco novedades en el once azul. Manu Hernando, el únio que había jugado todo hasta el momento, se quedó en el banco para dejar su puesto a un Etxeita que regresaba cuatro jornadas después. Rayco actuó de inicio por la izquierda en lugar de Morcillo, Carbonell regresó a la medular y Campos a la portería tras su estancia con la sub21. El técnico de Pasajes apostó también por colocar junto a Jauregi al italiano Da Graca, colocando así sobre el tapete a sus dos delanteros centro ante la previsión de un encuentro de mucha brega con especial importancia del juego aéreo.

El Amorebieta salió con seriedad al terreno de juego, con las líneas juntas y la consigna de defender todos a una. Así fue en líneas generales, pero eso derivó también en una escasez notable de producción ofensiva. El Oviedo, también bien pertrechado, tampoco propuso mucho más. Sí que sobó más la pelota y amasó posesión, pero casi siempre lejos de zonas de peligro.

El duelo, intenso y abierto, dejó apenas algunos fogonazos. Fueron los de Carrión los que tuvieron las ocasiones más claras. Apenas superado el cuarto de hora Viti probó fortuna con un ajustado disparo lejano que Campos despejó bien. El rechace le cayó a Bastón, pero cruzó demasiado con el portero en el suelo. La respuesta de los zornotzarras fue inmediata. Dorrio forzó una falta en la media luna del área que se encargó de ejecutar con mucha intención el canario Rayco. Su disparo superó la barrera pero se marchó desviado por centímetros. Instantes después, Bastón apareció en velocidad y recortó en la frontal, pero Gayá tocó lo justo el esférico para que evitar su remate.

En la segunda mitad, la actitud del Amorebieta fue mucho más valiente. Ya no sólo se limitó a defender como un bloque, sino que comenzó a generar ocasiones de peligro con cierta asiduidad. Faltó, no obstante, pegada y acierto para resolver. La retahíla de oportunidades para los de Urritxe arrancó apenas cuarenta segundos después de iniciarse el segundo periodo, con un disparo del incansable Dorrio al lateral de la red. Seoane tuvo la única para los asturianos tras centro del activo Viti, pero mandó el balón junto a la base del palo.

A partir de ahí, los vizcaínos pusieron cerco al área carbayón. Carbonell y Rayco lo intentaton desde la frontal, pero en ambos casos el balón se fue alto. A la hora de partido, Núñez logró sacar un buen centro al corazón del área que Da Graca no acertó a rematar casi en boca de gol. Lo mismo sucedió muy poco después en un saque de esquina de Dorrio al que no llegó ningún compañero. La más clara llegó también a balón parado. Etxeita remató con la testa al segundo palo, pero la zaga sacó el cuero casi sobre la línea.

Eran los mejores momentos del Amorebieta. Mujika quería la victoria y agitó el equipo con cambios para refrescar su ataque. Pero llegó el mazazo en forma de expulsión de Alex Carbonell por doble amarilla a falta de algo más de quince minutos para el final. Ese lance cambió de forma radical el encuentro, que pasó a ser dominado por el Oviedo. Los asturianos lo intentaron principalmente con centros laterales, pero no llegaron apenas a inquietar a Pablo Campos pese a su insistencia y el empuje de la poblada y ruidosa grada visitante.