El Amorebieta da otro paso atrás

En el duelo de necesitados que ponía en liza a Amorebieta y Eldense en Lezama, ganó aquel que tuvo más convencimiento. El cuadro alicantino creyó más y demostró más que los azules, que volvieron a ofrecer una imagen timorata, chocando una y otra vez contra el entramado de los de Fer Estévez pero también contra sí mismos. Atenazados, con poca fluidez y apenas llegada, la imagen mostrada distó un mundo de ofrecido contra el Oviedo.

La derrota ante un rival directo como el Eldense, que también ganó en la primera vuelta, supone otro paso atrás en la lucha del Amorebieta por la permanencia. Los de Urritxe siguen en el farolillo rojo, de nuevo a ocho puntos de una salvación que ahora mismo se ve muy lejana.

El Amorebieta presentó una sola novedad en su once, un cambio significativo pero propiciado también por la llegada del polivalente Bustinza a la plantilla. Jandro mantuvo a Jorge Mier en el costado derecho y apostó por Álvaro Núñez para el izquierdo, dejando en la banqueta a Daniel Lasure, habitual dueño del carril zurdo. El resto fueron los mismos que lograron amarrar un buen empate en al Carlos Tartiere.

Como en aquel duelo, a los azules se les atragantó de nuevo el inicio. A los ocho minutos, el Eldense ya mandaba en el marcador gracias a una nueva diana de Juanto Ortuño, que parece tenerle cogida la medida al Amorebieta, puesto que ya marcó los dos goles del choque de la primera vuelta en Elda. Ese tempranero jarro de agua fría llegó tras un buen desmarque de Chapela, al que Félix le sacó el balón con maestría en el área sin cometer penalti. Sin embargo, el cuero le quedó a los pies a Juanto, que batió a Pablo Campos tras una buena maniobra.

Ese gol, sin embargo, nunca debió subir al marcador. En el arranque de la jugada, un jugador del Eldense estaba en posición adelantada, por más de un metro, que el VAR no pudo entrar a revisar por no haber una cámara para revisar el fuera de juego. Un escándalo.

Al Amorebieta le tocaba, por tanto, remar una vez más contra corriente. Los de Fer Estévez les dieron la posesión, pero le cerró vías de pase y maniató a Carbonell, obligando a que fuera Sibo quien sacara el balón. Así las cosas, el partido discurría como más le interesaba al Eldense. Los azulgranas mostraron más intensidad e ideas mucho más claras cada vez que pisaban campo contrario, especialmente en envíos laterales, pero sin terminar de generar peligro tampoco sobre la portería de Pablo Campos.

Los de Jandro Castro estuvieron muy atascados, incapaces de inquietar lo más mínimo a un Eldense pragmático que con ventaja en el marcador tomaba muy pocos riesgos. Eso derivó en una primera mitad con poca chispa y sin más ocasiones en ninguna de las dos porterías. El Amorebieta tocaba y tocaba, pero sin profundidad. Muy estático, no supo encontrar la forma de llegar hasta la portería de Álvaro Aceves, inédito en los primeros cuarenta y cinco minutos.

Jandro buscó soluciones entre las nuevas alternativas recién llegadas a la plantilla. Para la reanudación, hizo debutar a Ángel Troncho, que entró en lugar del australiano Edwards. La entrada del armero propició que Dorrio se colocara como acompañante de Jauregi en punta, buscando más mordiente. Lo tuvo por momentos el Amorebieta, que acarició el empate en un disparo lejano de Jorge Mier que se fuer rozando la madera.

Poco a poco, los azules fueron jugando cada vez más cerca del área rival, mostrando una imagen más cercana a lo que se podría esperar del equipo de Jandro, pero sin excesivo tino en los metros finales. Unzueta redebutó con el Amorebieta pasada la hora de juego entrando en lugar de un desacertado Rayco. La poca fluidez hacía que el balón parado se convirtiera en un arma primordial. En un saque de esquina, Etxeita tuvo el gol en sus botas. Cazó un rechace y remató de primeras, pero Timor se lo negó prácticamente sobre la línea.

El Amorebieta crecía. Más por empuje que por juego, pero se iba haciendo acreedor al empate. Pero no. Ese venirse arriba hizo que dejara unos espacios atrás que resultaron letales. A falta de un cuarto de hora, el Eldense salió veloz, combinó bien por la derecha y Toni Abad puso un centro con música que Mario Soberón, totalmente solo en punto de penalti, cabeceó al fondo de la portería para sentenciar. Cris Montes incluso pudo poner el broche de oro al duelo de los de Fer Estévez, pero su disparo desde la frontal buscando la escuadra se fue por encima del travesaño.