A este Amorebieta no hay quien le pare

Los abrazos, sonrisas y euforia desatada entre jugadores y técnicos tras el pitido final son un síntoma de que el Amorebieta marcha por muy buen camino. La lograda ante el Levante es la cuarta que logran en los últimos cinco partidos, con un empate entremedias. Un bagaje que les está llevando por méritos propios un poco más cerca del objetivo.

El técnico asturiano puso en liza el once esperado, con Bustinza de regreso a la línea defensiva y a Edwards ocupando sobre el papel el lugar del lesionado Morcillo, aunque lo cierto es que el australiano se movió con mucha libertad por toda la zona de tres cuartos, buscando desorganizar la zaga del cuadro granota.

El choque tuvo un inicio eléctrico. Salió mandando el Levante, que pudo marcar a los tres minutos con un espectacular zapatazo de Dela que Jonmi desbarató con otra intervención de enorme mérito, desviando el balón al travesaño y salvando posteriormente ante Fabricio en el rechace. Los azules no se achicaron y ofrecieron su réplica. Primero, con un centro de Núñez al que Edwards no llegó por milímetros y poco después con un remate casi a bocajarro de Jauregi que obligó a lucirse a Andrés Fernández. Los granota volvieron a acariciar el gol en la siguiente acción, con un cabezazo de Álex Muñoz a la salida de un córner que se fue rozando la madera. Todo esto en apenas doce minutos de juego.

El Levante tuvo muchos problemas para penetrar en la habitual doble línea que coloca el Amorebieta por delante de su frontal. De hecho, cuando era el cuadro granota quien tenía la posesión apenas si sufrieron los de Jandro. Los pocos problemas que tuvieron aparecieron tras errores propios, bien en duelos perdidos o en pases mal ejecutados que se convertían en oro para los de Felipe Miñambres. Del lado positivo, cuando lograban enlazar juego los de Urritxe se mostraron incisivos y con llegada, como la protagonizada por Ryan antes de la media hora. El australiano encontró a Dorrio dentro del área, pero el bilbaíno estrelló su remate en el cuerpo de un rival.

El Levante pisó de nuevo el acelerador en los últimos minutos de la primera mitad y logró generar un par de ocasiones reseñables. Álex Muñoz mandó un disparo tras rechace al lateral de la red y Brugué buscó sorprender desde la frontal, pero Jonmi se estiró para meter la puntera de su guante y desviar a córner.

El arranque del segundo periodo se pareció mucho al primero. Salida intensa del Levante para buscar el gol, con un disparo de Andrés García con intención al palo largo que se fue desviado, y un Amorebieta que poco a poco fue capeando el temporal para acabar dominando la situación y la posesión. Sin embargo, a los de Urritxe les faltó claridad ofensiva y cada vez que se aproximaban a zonas de peligro se les apagaba la luz.

Tal y como estaba el encuentro en el Ciutat de Valencia, parecía que los goles, de llegar, tendrían que ser en alguna acción muy aislada. Y así fue. El conjunto granota tomó la delantera en el 65' por mediación de Pablo Martínez, que se llevó con algo de fortuna el balón en la frontal para sacar desde ahí un zurdazo ajustado a la base del palo. La reacción de los vizcaínos no se hizo esperar. Solo tres minutos después, Jauregi devolvía las tablas al marcador y sumaba una muesca más en su revólver aprovechando una muy buena asistencia de Morán dentro del área.

Los tantos le añadieron un picante extra al partido, que mantuvo la tensión en todo momento por lo incierto del resultado. Desde los banquillos no se dio ni mucho por buenos el empate y ambos técnicos metieron pólvora para los minutos finales. El dominio recayó del lado local, pero el tanto llegó para los de Urritxe. Iker Unzueta, prácticamente en el primer balón que tocaba, recortó pegado a la cal de la banda izquierda para lanzarse en velocidad al área. No se lo pensó y fusiló de disparo cruzado. Por si las moscas, en el largo tiempo de descuento volvió a emerger la figura de Jonmi Magunagoitia para salvar ante Brugué.