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Fernando Romero
Martes, 12 de marzo 2024, 20:10
En un partido en el que todo parecía ponerse de cara para el Amorebieta, el conjunto zornotzarra acabó llevándose un soberbio sopapo. Un golpe tremendo, tan inmerecido como duro, directo a la moral de un vestuario que está obligado a levantarse una vez más para ... seguir peleando por un objetivo que sigue siendo alcanzable, matemáticas mediante.
Lo de este lunes en Lezama fue un ver para creer. Y casi ni así. El Amorebieta fue durante gran parte del encuentro superior a un Leganés que se quedó con un jugador menos pasada la media hora de partido. Pero los pepineros son el equipo menos goleado por algo, y fue ahí cuando sacaron a relucir su solidez como bloque para, pese a la insistencia de los azules, negarles el gol.
Porque los de Jandro llegaron, rodearon e incluso asediaron el área de los de Borja Jiménez en el tramo final. Pero les faltó un poco más de claridad en esos metros finales para terminar de generar ocasiones claras de gol. Que las hubo, como un par de remates de Dorrio o el zapatazo de Bustinza que se fue rozando el larguero. O, sobre todo, el cabezazo de Unzueta en la primera mitad que medio campo 2 de Lezama ya festejaba como gol por el efecto óptico. Pero no tantas como el buen juego desarrollado por el Amorebieta podía hacer presagiar. Las estadísticas reflejan un nada desdeñable 65% de posesión favorable a los vizcaínos y ocho saques de esquina, con un total de 13 remates. Aunque tan sólo uno de ellos fue dirigido entre los tres palos.
Ese desacierto, falta de puntería, efectividad o como se le quiera denominar es uno de los males que viene aquejando el Amorebieta este curso. Con 22 dianas, son el equipo que menos marca de toda la categoría. Y eso, ante un líder Leganés que necesitaba ganar para reencontrarse tras un pequeño bache, acabó costando la derrota.
Perder de esa manera dejó al Amorebieta «jodido», como reconocía Jandro en sala de prensa. «Era un partido para no perderlo», lanzaba con razón. «El equipo hizo muchas cosas bien, pero quizá en un desajuste llega el gol. Esto es fútbol», se resignaba el asturiano. «En la primera parte, equipo ya podía ir ganando, en la segunda nos costó un poco más entrar. Nos faltó un poco de claridad al final, centrar un poco más… Es una derrota que duele porque es inmerecida y por cómo se produce», desgranaba el titular del banquillo de Urritxe.
«Jugábamos contra el líder y el equipo ha dado la cara, jugando bien y llegando. No había diferencia entre el primero y el último. Hicimos muchas cosas bien y es una pena porque como mínimo nos merecíamos un empate. Pero a veces los merecimientos en el fútbol no valen para nada- Ya lo hemos visto en otras ocasiones», argumentaba un apesadumbrado Jandro.
«Es duro perder este partido», insistía el míster de los zornotzarraas. «Hemos hecho muchas cosas buenas, que es con lo que nos tenemos que quedar. Lo que hemos hecho mal, que no hay tanto, lo veremos y lo corregiremos», añadía. «Sigo pensando que el camino a seguir es lo que hemos hecho. El equipo está muy vivo, está compitiendo muy bien». Esa es la baza en la que se apoyan Jandro y los suyos para seguir creyendo en la remontada. «Compitiendo así podemos ganar a cualquiera. Hay tiempo, quedan muchos partidos. Vamos a ganar muchos partidos porque el equipo está vivo», reincidía.
El próximo duelo para el Amorebieta será una finalísima, ya que se mide al Andorra, penúltimo clasificado, aunque con un partido menos que jugará este miércoles. Un choque de vital importancia para los azules «primero porque es el siguiente y porque es un rival que está ahí con nosotros, ganarlo nos daría mucha vida».
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