El Amorebieta no logra derribar la muralla cartagenera

Con el ánimo de recuperar sensaciones perdidas, y con la mira también puesta en el reparto de minutos de cara a una semana con tres partidos, Haritz Mujika metió de inicio seis cambios para enfrentarse al Cartagena en Lezama. Dos de ellos, eso sí, obligados. El ya previsto de Núñez por Mier y el debut de Josep Gayá en el eje de la defensa entrando por Etxeita, ausente por una pequeña sobrecarga. En línea defensiva, además, Daniel Lasure ocupó el lateral izquierdo.

Las otras caras nuevas fueron la de Luis Quintero por la derecha y Sibo en el centro del campo, que dejaron en la banqueta a Carbonell y Sibo. Y la sorpresiva presencia del italiano Marco de Graca en punta de ataque junto a Edwards, sacrificando a Eneko Jauregi.

Entró bien al partido el conjunto de Urritxe, mandando en el juego y generando alguna buena ocasión de inicio como el remate de Quintero desde la frontal. Pero el choque siguió un guion que se podía esperar y fue languideciendo con el paso de los minutos. Fue un partido más táctico que entretenido, de tablero de ajedrez, con brega e intensidad. Pero apenas remates.

Así las cosas, el balón parado fue el arma al que recurrieron ambos conjuntos e intentar hacer daño a su adversario. A punto estuvo de hacerlo el Cartagena a la media hora, con un saque de esquina que Narváez remató solo en punto de penalti. El disparo tenía sello de gol, pero en su trayectoria se interpuso un jugador amarillo.

Se animó algo más el encuentro en los minutos finales del primer periodo, con Dorrio, de los más activos, inventándose una tijera en la frontal que no sorprendió por poco a un prácticamente inédito Marc Martínez. Por el bando murciano, Ortuño acarició el gol a centro de Iván Calero, pero le faltaron centímetros para remachar. Y justo antes del descanso, tuvo una más el Amorebieta. Ryan cambió hábilmente de ritmo para pisar área y ganar línea de fondo, pero su envío al área pequeña no pudo cazarlo Da Graca.

El segundo periodo arrancó con susto para los de Urritxe, ya que apenas se habían completado treinta segundos cuando Calero estrelló un remate en el travesaño. Fue un toque de atención para un Amorebieta que quería crecer y darle más velocidad al encuentro, pero que se topó enfrente con un Cartagena que, dada su situación, daba por bueno el empate. Eso no significaba que los efesé renunciasen al ataque. Se prodigaron poco, pero sí con peligro. Porque Luis Muñoz también estrelló un balón en la madera.

Los cambios de Haritz Mujika buscaron dar al partido y al equipo la chispa que le faltaba. Juntó sobre el verde a Carbonell, Eraso y Morán para darle agilidad al esférico. Incluso quitó a uno de los centrales para meter a Morcillo y sumar efectivos en ataque. Pero la lesión de Hernando en los minutos finales condicionó el desenlace. De ir a buscar la victoria, el Amorebieta tuvo que remangarse y defender el resultado ante un Cartagena que vio como se le abría una ventana de oportunidad. Los efesé llegaron a marcar en el extenso tiempo de descuento, pero el tanto fue anulado por un muy claro fuera de juego de Umaro.