Amorebieta 1-0 Elche

El Amorebieta vuelve a sonreir

Arrancó el Amorebieta el duelo con novedades en su dibujo. Jandro dejó de lado la línea de cuatro defensas para apostar por tres centrales y dos carrileros. En la derecha mantuvo Núñez, pero por la derecha apareció un Iker Seguín inédito desde hace semanas. En la medular, Sibo retornó como compañero de Carbonell, dejando en el banco a Yriarte. Y en punta de ataque comparecieron Unzueta, Dorrio y Rayco, prescindiendo así de una referencia como Eneko Jauregi para buscar un mayor dinamismo y aprovechar espacios para correr.

La apuesta sobre el papel parecía buena, viendo el arranque de encuentro de los de Urritxe, bien plantados y sin sufrir en absoluto ante un Elche que fue claro dominador de la pelota a lo largo de toda la primera mirad. Jandro pedía en la previa que su equipo saliera enchufado y concentrado para no encajar el ya habitual tempranero gol que tanto ha lastrado en jornadas pasadas, y así fue pese al intento de Carlos Clerc, que estuvo a punto de anotar un golazo por la escuadra en un disparo lejano.

El Amorebieta se fajó bien en las tareas defensivas, pero le faltó prodigarse más en ataque. Fueron muy escasas las llegadas de los de Jandro, aunque peligrosas. Pasado el cuarto de hora, tras una buena combinación entre Rayco y Núñez, Dorrio estuvo a punto de sorprender con un remate de espuela en área pequeña, pero Dituro atajó bien la pelota.

A partir de ahí, el partido se volcó sobre el área zornotzarra. El Elche, con mucha paciencia, fue moviendo el balón para encontrar espacios por los que inquietar. Nico Castro hizo temblar el larguero de la portería de Pablo Campos con un zapatazo potente que acabó botando a un palmo de la línea de gol. Poco después, Carreira perdonó lo que parecía un gol cantado, puesto que llegó totalmente sólo para poner el interior del pie en segundo palo. Por fortuna para los vizcaínos, su remate se marchó fuera.

Justo antes del descanso, el Amorebieta tuvo otra buena ocasión para decantar a su favor un partido en el que sufrió más de lo deseado sin balón. Sibo recuperó en la medular y el cuero le terminó llegando a Iker Seguín en banda izquierda. El centro del capitán lo cabeceó con potencia Unzueta en primer palo, pero el testarazo se fue ligeramente desviado.

Mucho mejor arrancó el cuadro de Urritxe el segundo periodo. Dio un paso adelante y fue mucho más protagonista con el balón. Empezó a jugar más en campo contrario y eso pilló por sorpresa al Elche. Carbonell dio un primer aviso con un disparo desde la media luna del área que no cogió portería por poco a los diez de la reanudación. Pero el que llevó la alegría a las gradas del campo 2 de Lezama fue Josue Dorrio. El bilbaino mandó al fondo de las mallas un muy buen centro de Núñez desde la derecha, rompiendo así la sequía del Amorebieta en las últimas tres jornadas y sumando su segunda diana del curso.

Con más de media hora aún por delante, y con ventaja mínima en el marcador, el Amorebieta trabajó bien para gestionar el ritmo y el crono. Y lo hizo, además, sin renunciar al ataque ni encerrarse en su área. De hecho, Rayco tuvo el segundo en sus botas tan solo un par de jugadas después, pero el disparo del canario con el exterior se fue arriba.

Las necesidades de unos y otros propiciaron que el partido se fuera rompiendo con el paso de los minutos. El Elche aceleró su juego pero le costó mucho superar a un Amorebieta muy solidario en los esfuerzos y en las ayudas. Incluso así, tuvo dos ocasiones muy claras para lograr el empate, ambas con el mismo protagonista. En la primera, Mourad remató de cabeza al cuerpo de Pablo Campos; en la segunda, el meta cedido por el Levante salió mal y propició que el balón le llegara al delantero marroquí en el punto de penalti. Desde ahí, con la puerta casi vacía, mandó el balón a la grada.