Amorebieta 1-1 Albacete

El Amorebieta suma un empate que le sabe a muy poco

Amorebieta y Albacete ofrecieron un intenso encuentro, que arrancó con mucho ritmo. Los de Rubén Albés quisieron sorprender de salida y se hicieron con el control de la pelota, buscando con mucha velocidad el área zornotzarra. Llevaron peligro con centros laterales pero no llegaron a poner a prueba a Pablo Campos. De hecho, la acción de mayor riesgo nació de un error de Félix. Un mal control propició que el cuero le llegase en la frontal a Manu Fuster. Su disparo con rosca se fue rozando la madera.

Superado ese arreón inicial de los manchegos, el Amorebieta se soltó en ataque. Empezó a enlazar varias buenas llegadas y aproximaciones con mucha intención, pero le faltó algo de precisión en esos metros finales y, sobre todo, remate. Una circunstancia de la que viene adoleciendo en las últimas semanas.

Para colmo, otro error propio acabó costando muy caro. Iker Seguín despejó a su propia frontal, los rivales estuvieron más rápidos para buscar el cuero y Bustinza, en su intento de despejar ante Manu Fuster, acabó mandando el esférico dentro de su propia portería. Una falta de entendimiento también con Pablo Campos, que estaba en disposición de haberse quedado con el balón.

Al menos, en esta ocasión el Amorebieta no acusó el golpe y se rehizo con rapidez. Recuperó el mando del partido y buscó con ahínco el tanto del empate. Lo tuvo en sus botas Jon Morcillo, que mandó al palo un zapatazo en jugada de pizarra en el último minuto de la primera mitad.

Jandro buscó soluciones en el descanso a esa falta de remate de los suyos y tras el paso por vestuarios metió en el partido a Eneko Jauregi, dejando en la caseta al capitán Iker Seguín. Un movimiento que suponía dejar atrás la defensa de cinco para acumular más jugadores en posiciones ofensivas. El retoque funcionó bien, porque los azules salieron con mucho ímpetu y volvieron a rozar el gol, pero tropezaron de nuevo con la madera. Esta vez fue Dorrio el que estrelló un potente disparo en el travesaño tras un buen centro de un muy activo Morcillo.

La mala fortuna se cebó de nuevo con los azules antes de la hora de partido. En un planchazo en el que el colegiado no sancionó nada, Eneko Jauregi sufrió una aparatosa raja en la espinilla que le obligó a dejar el partido solo trece minutos después de haber entrado en él. Con Eraso en el campo, el encargado de ocupar de nuevo la punta de lanza fue Iker Unzueta. El de Abadiño llevó la alegría a las gradas de Lezama con un soberbio cabezazo que se coló por la escuadra tras centro medido de Álvaro Núñez.

Un empate justo a tenor de lo que se estaba viendo sobre el terreno de juego pero que le sabía a poco a un Amorebieta que buscó con ahínco la victoria. El partido se jugaba casi por completo en la parcela defendida por un Albacete muy nervioso.

Morcillo, que completó el que fue de largo su mejor partido con la camiseta del Amorebieta, buscó sorprender con un lanzamiento de falta directa que Bernabé se quitó de encima como pudo. El cedido por el Athletic, al filo del tiempo reglamentario, no pudo aprovechar un error de los centrales del Albacete y desde el balcón del área mandó la pelota desviada. Los de Jandro estaban volcados en ataque y el Albacete achicaba agua como podía.