Álex Carbonell, nueva incorporación del Amorebieta

Carbonell juega habitualmente como mediocentro o pivote defensivo, tiene buena creación de juego y es muy solidario en las tareas defensivas. Aunque esa es su posición más habitual, en ocasiones ha jugado escorado en banda derecha e incluso como improvisado central, lo que da buena cuenta de su polivalencia como futbolista.

El centrocampista catalán había tenido oferta de renovación con los blaugranas, pero Carbonell la desechó ya que, a su edad «competirle el sitio a un chico que está creciendo creo que no era bueno ni para mí ni para los que suben del juvenil», tal y como afirmaba este miércoles en una charla en Twitch con Gerard Romero.

Su buen cartel le había supuesto tener muchas y variadas propuestas en las últimas semanas. Se daba por hecho su fichaje por el Ibiza, pero también le habían sondeado el Racing o el Deportivo. En su mesa tenía ofrecimientos incluso de la liga griega.

Pero el objetivo de Álex Carbonell era tratar de enrolarse de nuevo en un Segunda División, categoría en la que ya participó con el Reus y con el Córdoba. Ahora lo hará en el Amorebieta, que está dando forma a una muy atractiva plantilla para su regreso a la categoría de plata.

En sus aventuras en el exterior, Carbonell ha jugado una veintena de encuentros en el Fortuna Sittard holandés y otros nueve en el Luzern suizo. También estuvo hace un par de campañas en el Celta B antes de regresar el año pasado al Barcelona, donde fue uno de los hombres importantes de Rafa Márquez. Titular en treinta de los treinta y siete encuentros en los que ha participado, ha repartido cinco asistencias a lo largo de más de 2.700 minutos de juego.

Quien, por el contrario, y como ya se podía intuir, no seguirá en el Amorebieta en esta nueva temporada es Gorka Iturraspe. El mediocentro de Abadiño y los de Urritxe ponen fin así a su segunda etapa juntos. Este curso, 'Itu' no ha tenido especial suerte con las lesiones, que le han impedido tener la continuidad deseada en una zona en la que, además, tenía mucha competencia. La 'guinda' a esa mala suerte le llegó en el partido de vuelta de la final de campeones en A Malata contra el Racing de Ferrol, encuentro en el que se rompió la clavícula. El club vizcaíno recuerda en una nota que «su aportación tanto en terreno de juego como fuera de él fue fundamental para lograr el ascenso, gracias a su calidad futbolística y humana».