El Sestao River es de Segunda RFEF

Se acabó la agonía para el Sestao River. El conjunto verdinegro logra su recompensa a cuatro años de lucha incesante tratando de dejar atrás la Tercera División. Desde que descendió en 2017, se había colado siempre en los play-off y esta era la tercera final consecutiva que disputaba la escuadra sestaotarra. A la tercera va la vencida y esta fue la definitiva. Los de Igor Oca se mostraron superiores al Urduliz y ejercieron el dominio del duelo celebrado en Las Llanas. Se alzaron con el triunfo por 2-0, certificando el ascenso a Segunda RFEF. La próxima temporada militarán en la que será la cuarta categoría a nivel nacional junto al Arenas y al Gernika, los tres únicos vizcaínos.

Por el contrario, el Urduliz se quedó a las puertas de la que habría sido una grandísima gesta. Los de Iparralde ascendieron por primera vez en su historia a Tercera División hace dos años, siendo entonces una gran sorpresa. Sin embargo, no se han conformado con la permanencia, sino que han demostrado no tener techo, peleando hasta el último segundo por un nuevo ascenso. No ha sido posible, pero el mérito es enorme para una plantilla que se ha codeado con los mejores equipos de la categoría durante todo el curso. Han completado una campaña inolvidable para todos sus seguidores.

El encuentro no pudo empezar más de cara para el Sestao River. En la primera aproximación con cierto peligro de todo el partido, Iker Alonso cometió un penalti por mano cuando tan solo habían transcurrido once minutos de juego. Jaime Zumalakarregi asumió la responsabilidad. El central zurdo y tercer capitán del equipo tiró de galones y no le tembló el pulso. Engañó a Mandaluniz disparando raso, rozando el palo derecho, para poner por delante a los suyos y dejar todo a favor para que la balanza cayera hacia el bando local en esta final.

El Urduliz se vio muy superado por los sestaotarras durante toda la primera mitad. Tenían enormes dificultades para pisar incluso el campo rival y el cuero se mantuvo durante la mayor parte del tiempo muy próximo al área defendida por Mandaluniz. Además, la insistente presión de Aritz Pascual causaba estragos a los zagueros blanquinegros, a los que les ganaba casi todas las disputas y les incomodaba la salida de balón. De este modo, el punta del Sestao River tuvo dos claras ocasiones para ampliar la ventaja. Una de ellas la paró con la cabeza el meta rival y, en la siguiente, falló en la definición enviando la pelota fuera.

El siguiente en probar suerte fue Aritz Huete con un buen remate de cabeza tras una falta lateral que sacó Mandaluniz in extremis en el minuto 40. A pesar de los numerosos intentos por ampliar su renta, el envite se fue con 1-0 al descanso, por lo que todo estaba muy abierto de cara al segundo tiempo. El Sestao River fue el claro dominador del encuentro, pero el Urduliz salió vivo y ya demostró en la semifinal que nunca se da por rendido, remontando al Vitoria en Ipurua y obteniendo el billete a esta final en la prórroga. La reacción fue inminente. En los primeros minutos de la segunda parte, los de Nando Alonso ya habían pisado más área rival que en toda la primera.

La batuta cambió de bando y el Urduliz tuvo las primeras ocasiones para igualar la contienda. Barandiaran salvó los muebles a los suyos en primera instancia y Guille disparó alto minutos después. No concretaron sus escasas opciones de firmar las tablas y el encuentro se igualó en la última media hora. El Sestao River parecía tener la situación bajo cierto control y no dejaba que le hicieran excesivo daño. Ya en el tramo final, Aritz Pascual se encargó de sentenciar la final y asegurar el ascenso de los sestaotarras. Esta vez no falló el delantero de Berango y batió a Mandaluniz con una buena definición desde el costado derecho del área. El Urduliz se quedó con diez ya casi en el descuento por la roja directa que vio Alfaro.