Varios positivos en el Portugalete obligan a suspender de urgencia el partido frente al Ejea

Como ha podido saber este periódico, el Portugalete detectó un primer positivo la semana pasada antes de medirse al Izarra en Merkatondoa. La entidad jarrillera decidió inmediatamente realizar un nuevo test a todo el resto de los integrantes del primer equipo y dilucidó que fue un caso aislado. Todo el resto dieron negativo. Evidentemente, notificaron a Osakidetza los pasos realizados y dicho jugador quedó confinado y no pudo viajar al partido, pero el encuentro se pudo disputar con total normalidad sin su presencia, ya que los demás estaban en perfectas condiciones para hacerlo.

Los problemas han llegado este miércoles en los controles semanales que realiza cada club. Esas pruebas arrojaron un nuevo resultado positivo de otro jugador, conocido el pasado jueves. Para más inri, ayer al mediodía un tercer efectivo del primer equipo comenzó a presentar síntomas. Los rastreadores le comunicaron que le harían un test el sábado, pero el Portugalete necesitaba respuestas más inmediatas y decidió hacérselas ayer por medio de una clínica privada. Fue el tercer positivo de la plantilla en apenas dos semanas.

Osakidetza consideró entonces que existía un foco de infección en el primer equipo, por lo que ordenó el confinamiento domiciliario de todos los integrantes de la plantilla. Esto imposibilita por completo la celebración del próximo choque, estimado para mañana a las 18:00 en La Florida ante el Ejea. Hasta ayer a la noche, tan solo existía la pertinente petición del Portugalete para aplazar dicho encuentro. Sin embargo, la aceptación por parte de la Federación es segura y la tardanza solo se debe al puro trámite. El partido no se jugará este fin de semana.

Tal y como marcan los protocolos de COVID-19 en Euskadi, los miembros del primer equipo del Portugalete deben estar confinados durante diez días. Por lo tanto, el siguiente partido ante la Mutilvera tampoco se podrá jugar en la fecha establecida en un primer momento. La primera victoria para el Portugalete en esta segunda fase se hará esperar. Ambos choques se jugarán entresemana, una vez ya haya concurrido todo el plazo del confinamiento. Este se trata de un gran revés para los intereses deportivos de los jarrilleros, que no podrán entrenar durante una fase decisiva donde se están jugando el descenso.

Es la primera vez que algún caso de COVID-19 en el Portugalete obliga a aplazar un encuentro esta temporada. No obstante, esta circunstancia ha golpeado muy duro a otros equipos vizcaínos de Segunda B. El Leioa ha sido el más perjudicado en este sentido, con hasta tres confinamientos domiciliarios que han obligado a aplazar muchos de sus partidos. El Barakaldo tampoco se queda corto. Ha sufrido en dos ocasiones casos positivos en el primer equipo, echando por tierra sus planes de cuatro compromisos diferentes.