Eduardo Rivacoba: «Estamos en estado de shock»

- Este descenso supone la peor noticia posible para el club, ¿no?

- Sí, ahora mismo estamos en estado de shock. Nos parece inexplicable que, en el último mes, el equipo haya decaído de la manera que lo ha hecho. En el último tercio de la primera fase, todo el club estaba convencido de que lograríamos el objetivo mínimo de la permanencia. Parece ser que el golpe psicológico que supuso perder contra el Arenas ha conllevado una segunda fase donde el equipo ha estado lejísimos de la medida de sus posibilidades. No encontramos ninguna lógica a lo que ha pasado.

- ¿Qué explicación puede tener el hecho de que no hayan logrado ninguna sola victoria en esta segunda fase?

- El equipo ganó cuatro de los últimos seis partidos de la primera fase. Lo hizo con solvencia, contra rivales importantes, dejando la portería a cero en varias ocasiones y con un muy buen fútbol. Parecía que los jugadores habían recobrado la confianza en ellos mismos. Precisamente, puede que llegasen demasiado confiados a esta segunda fase y eso nos pasara factura. Aunque insisto en que es muy difícil encontrar una explicación.

- El hecho de que los rivales en esta segunda fase contaran con público y los equipos vascos no, ¿ha incidido mucho en los resultados?

- Eso es un tema que debe analizar la Federación. Ha habido una clara desigualdad en la competición. Los aficionados no meten los goles, pero nos enfrentamos a hinchadas ruidosas, que empujan a su equipo y también influyen en las decisiones de los árbitros, porque son humanos. Todo eso suma al equipo local. No es lo mismo pasar un mal momento junto a tu afición, que solo con los gritos de ánimo de los jugadores suplentes. Así se hace muy cuesta arriba.

- ¿Qué balance hace de esta tercera temporada de la historia del Portugalete en Segunda B?

- Yo estoy orgulloso de la labor desempeñada por la Junta Directiva. Muchas veces los esfuerzos que se hacen desde la gestión no se ven recompensados en el campo. También pasa al revés. Nos hemos enfrentado a equipos con impagos, con constantes movimientos en las diferentes estructuras del club… y aun así nos han ganado.

- ¿Duele más descender un año como este, en el que se baja hasta la quinta categoría?

- Claro. Perdemos dos categorías, pero es que además tampoco hemos disfrutado nada de esta temporada por su propia planificación. No entiendo que este año desciendan 26 equipos y asciendan 54 desde Tercera. El año que viene solo habrá 36 equipos de Segunda B en Segunda RFEF. Tampoco nos sentó bien que en nuestro grupo fuéramos impares y tuviéramos dos semanas de descanso. Además, los periodos de parón se han agrandado porque ha habido casos de COVID-19, así que hemos estado sin competir hasta tres semanas. Después hemos tenido que jugar cuatro partidos en doce días jugándonos la vida. Ha sido un cúmulo de circunstancias que no nos han permitido disfrutar de la categoría y la hemos podido sobrellevar por el compañerismo que tenemos en el club.

- Esta temporada en Segunda B, con unas fichas más altas y sin ingresos por taquillas, ¿ha supuesto pérdidas en el aspecto económico?

- Nosotros económicamente seguimos estando igual de bien que siempre. Lo único es que este año no lo vamos a cerrar con beneficios, que siempre lo hemos hecho en anteriores ocasiones. Esta vez, no vamos a tener ni beneficios ni pérdidas. Es una pena porque el club habría ingresado mucho en taquillas, sobre todo, por el partido de Copa del Rey contra el Levante. Aun así, no me preocupa el aspecto económico porque controlamos bien todos los ingresos y los costes. Somos responsables con el presupuesto y no pagamos por encima de nuestras posibilidades.