El Portugalete ya solo aspira a la tercera plaza

Ambas escuadras venían de jugar tan solo tres días antes, por lo que la gestión del aspecto físico podía ser determinante en el devenir de este choque. No obstante, los técnicos no movieron en exceso sus onces y repitieron muchos jugadores respecto a sus respectivos encuentros del último domingo. Asier Santana tan solo presentó tres cambios. Álex Rodríguez, Ibarbia y Fernando Rubio entraron de inicio sustituyendo a Santamaría, Zekri y Arnedo. La Mutilvera prácticamente calcó su última alineación, únicamente dando entrada a Ayensa por Arana.

Empezó con buen pie el Portugalete. El control del juego fue bastante alterno en los primeros compases, sin ninguno de los equipos dominando de forma aplastante. Sin embargo, los jarrilleros ganaban mucha más profundidad y eran los únicos en pisar área contraria. Fueron algo superiores, aunque la igualdad fue la tónica dominante que, a su vez, se tradujo en escasez de ocasiones de gol por parte de ambos conjuntos.

La primera acción de peligro no llegó hasta el minuto 17 de partido. Diego Rozas colgó un centro medido a la cabeza de Thaylor, que tan solo tenía que rematar entre los tres palos para abrir la lata. El extremo bilbaíno no estuvo nada acertado y falló una oportunidad clarísima para hacer el 1-0, ya que se le marchó fuera. No fue la única vez que los jarrilleros se tuvieron que echar las manos a la cabeza. Ni siquiera diez minutos después, Musy remató alto de volea un centro de Thaylor por banda derecha que también tenía muchas papeletas de convertirse en gol.

Cada error se paga muy caro a estas alturas de la temporada, donde no se pueden fallar estas ocasiones. Precisamente, justo cuando mejor estaban los portugalujos, llegó la respuesta de la Mutilvera. Los locales hicieron gala de una mayor eficacia y estrenaron el marcador en su primera oportunidad. Un tanto polémico porque Jorge Mediavilla pidió falta al saltar para rechazar el centro lateral. El guardameta cayó al suelo en una pugna con Yoldi y Álex Rodríguez, pero el árbitro dejó seguir la jugada y la pelota le cayó a Barace, que solo tuvo que empujarla al fondo de las mallas.

El gol en contra hizo que el Portugalete bajara el pistón y fuera la Mutilvera quien llevase la voz cantante en el último tramo de la primera mitad. A partir del descanso, parecía que les empezaban a pesar las piernas a los futbolistas debido a la acumulación de partidos durante estas semanas y el sol que estuvo presente en todo momento pegando sobre el césped artificial de Mutilnova. El ritmo del choque disminuyó y el balón pasaba de unos a otros sin que ocurriera nada destacable. El duelo estaba estancado.

Como es evidente, la Mutilvera estaba muy cómoda en este contexto. Constantes parones y escasas llegadas a su área era lo que más le convenía a los navarros para amarrar los tres puntos. El Portugalete estuvo muy impreciso y no conseguía hilar ninguno de sus ataques. De hecho, no puso en aprietos a Mugueta en ningún momento. El cuadro local le llevó a su terreno y logró vivir un partido sin sorpresas desde el mismo instante en el que se pusieron por delante. De este modo, la Mutilvera se asegura estar entre las tres primeras posiciones y el Portugalete tan solo aspira ya a la tercera posición.