Javier Beltrán
Sábado, 19 de diciembre 2020, 11:50
En el último partido de Liga que disputaba el Portugalete en La Florida arañaba un punto contra el potentado Sanse pilotado por Xabi Alonso, lo que indicaba que el equipo de Ezequiel Loza va cogiendo el ritmo a la competición exigente de la Segunda B ... a la que ascendió en el playoff express del pasado mes de junio en las instalaciones de Sarriena. Una promoción que no se quiere ahora laminar a las primeras de cambio. La victoria en Copa ante la Ponferradina alargaba la racha positiva que espera reforzar este domingo (17.00 horas) en el Stadium Gal contra el Real Unión, donde pisa de nuevo terreno de la realidad que les aguarda en este Subgrupo A del Grupo II, donde se vende muy caro atrapar cada punto.
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El conjunto patroneado por Aitor Zulaika, que viene de envite aplazado ante el Racing, le antecede en la clasificación con 10 puntos en 7 partidos, por 6 puntos los jarrilleros en los mismos envites. La UD Levante de Primera le ha correspondido en la segunda ronda de Copa, pero eso será otra historia, de momento aparcada en los planes de un Portu sumergido en dos frentes. Loza, en una labor de concienciación, no aceptará que sus hombres se desvíen un milímetro del raíl, piensa que la maquinaria empieza a engrasarse y no es cuestión de desviarse: «Estoy muy contento con la actitud de los jugadores, el vestuario está muy unido», señala el míster cántabro, que va rotando a algunas de sus piezas para no perder comba.
El Portu no puede descuidarse en una Liga muy accidentada, donde se gana o se pierde por pequeños detalles. Loza todavía recuerda los penaltis errados ante el Bilbao Athletic, y los dos lanzamientos que no se cobraron frente al CD Laredo, que acabaron en sendas derrotas que ahora mismo se añoran demasiado en la clasificación de los de la Margen Izquierda. La Liga es ahora su prioridad, no hay excusa que valga en la visita al Gal: «Tenemos el reto de conseguir la permanencia por primera vez para el Portugalete en Segunda B», insiste Loza, que conoce muy bien la idiosincrasia del club al que representa.
En el cuadro jarrillero son bajas por lesión Jon Moya y Álex Rodríguez, mientras que Salinas se ha entrenado ya con relativa normalidad y puede ser del lote ante el Real Unión. En el cuadro de Zulaika, Bravo sigue en talleres por una lesión de larga duración, con Sergio Llamas arrastrando algunas molestias físicas. «No tengo nada que reprochar a mis jugadores en la Copa, espero que sigan así, las oportunidades se pueden aprovechar para la Liga.
Vamos a confiar en el equipo y a soñar en todo lo que puede ocurrir», lanzaba Loza, que va tirando de rotaciones en previsión de la carga de trabajo que se les viene encima. Respeta al equipo fronterizo, que posee «jugadores de mucha categoría», señala. Un Real Unión bien montado, combinando mucha experiencia con gente bregada en mil batallas como Irazusta en la puerta, Borda, Senar o Kijera en defensa, y los delanteros Jorge Galán, imprevisible en ataque, y el exleón Borja Viguera, con algunos jóvenes valores como Rivera, un puntal en su medular, Ekhi Bravo, cedido del Eibar, o Capelete, que vuelve por sus fueros tras superar una lesión.
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