Los penaltis vuelven a condenar al Portugalete

Portugalete y Racing de Santander se veían las caras en un encuentro determinante en la lucha por la permanencia. A pesar de las diferencias económicas de las dos entidades, solo tres puntos separaban a ambos antes de dar inicio el choque. Los primeros compases siguieron el guion esperado. Un encuentro de gran intensidad, donde imperaba el balón aéreo y con los dos bloques ejerciendo una tremenda presión sobre su rival. El conjunto local trataba de hacer daño con centros laterales e intentaban aprovechar también las segundas jugadas. Mientras, los de Aritz Solabarrieta querían que el esférico circulara a ras de suelo para llevar la batuta y no caer en ese juego directo tan característico de los jarrilleros.

El Racing pudo meter miedo primero con un gol anulado por fuera de juego a Óscar Gil a los cuatro minutos de juego. Los verdiblancos tenían el control del encuentro y llegaba al área contraria mediante posesiones largas, pero sin determinación en área rival. El Portugalete no gozaba de mucha posesión de balón, pero en cuanto la tenía buscaba por arriba la velocidad de sus hombres de ataque para salir rápido al contraataque y les funcionó para forzar varias faltas y hacer daño posteriormente a balón parado. Así llegó una clara ocasión para los gualdinegros en el minuto 19. Salado colgó un buen balón, que cabeceó Nacho Ruiz a escasos centímetros del poste izquierdo de la portería defendida por Lucas.

El Racing respondió trece minutos después con una gran jugada combinativa que culminó Cédric con un potente disparo que se fue por encima del travesaño, muy cerca de la portería. Después de esa oportunidad, el duelo se encendió por completo. En el minuto 34, Martín Solar cometió un penalti sobre Güemes. El ariete vizcaíno se encargó de lanzar la pena máxima, pero Lucas acertó sus intenciones y salvó los muebles a los suyos. Solo dos minutos más tarde, fue Álex Rodríguez quien cometió un penalti sobre Jon Ander. Bustos no perdonó, engañó al capitán jarrillero y abrió la lata para el Racing marcando por el medio.

El Portugalete no bajó los brazos y nada más salir de los vestuarios tuvo una buena oportunidad para equilibrar la balanza. Rozas corrió a la espalda de la defensa por banda izquierda y brindó un pase a Güemes que, a pesar de estar con oposición, consiguió rematar. Lucas volvió a aguarle la fiesta al delantero jarrillero con una buena parada. Entonces, Aritz Solabarrieta se dedicó a reforzar la línea defensiva para aguantar el resultado y al cuadro jarrillero le costaba llegar con claridad y sufría mucho las internadas de Soko por la banda derecha racinguista. El extremo camerunés fue un quebradero de cabeza para los locales.

Únicamente Güemes pudo empatar a falta de un cuarto de hora para el final, pero la diana fue anulada por fuera de juego de nuevo. En la recta final del partido, Iñigo Sainz-Maza pudo ampliar la ventaja y sentenciar el choque, pero su disparo se topó con la pierna de Mediavilla en primera instancia y con el larguero en segundo lugar. Finalmente, los penaltis decantaron la balanza hacia el bando visitante en un encuentro muy igualado.