Jugadores de la 'Cultu' festejan un gol, una escena poco habitual en sus últimos encuentros. F. Romero

Lastrados por el gol

Los blanquiazules solo han podido anotar dos dianas en sus últimos ocho partidos

Fernando Romero

Durango

Martes, 5 de febrero 2019

Encallada en la última posición de la tabla, la Cultural de Durango atraviesa un delicado momento en ésta su campaña de retorno a la Segunda B. La derrota en el derbi ante el Arenas del pasado fin de semana fue la sexta ... consecutiva que encajaban los blanquiazules, un registro que supera ya las cinco sufridas en la primera vuelta, con la competición recién arrancada. En la dura batalla por eludir el pozo, las diferencias empiezan a aparecer. Son 8 ya puntos los que separan a los durangarras del puesto de play-out. Nueve hasta la salvación. Tres partidos. Aunque en el seno del vestuario la confianza se mantiene intacta y los mensajes que se lanzan son de que no van a bajar los brazos en ningún momento. «Vamos a dar todos todo lo posible para cambiar la situación. Nos dejamos la piel en todos los partidos», indicaba Zuazo antes del choque frente a los areneros a este periódico.

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La actual situación de la Cultural tiene un 'culpable' claro. No es la falta de competitividad, puesto que demostrado está que son capaces de poner en dificultades a cualquier rival. No es tampoco la falta de experiencia en la categoría que pueda suponerse a un grupo joven, que viene promediando la edad más baja de este Grupo II casi toda la temporada -exceptuando los filiales-. No es ni siquiera el hecho de ser el equipo más goleado, con 38 tantos en contra, algo más de un tanto y medio por partido en estas 23 jornadas disputadas. «Ahora mismo lo que nos lastra es la falta de gol. Que es algo que viene siendo una tónica en los últimos ocho partidos», señalaba apesadumbrado Igor Núñez tras caer el sábado en Tabira.

Un diagnóstico tan acertado como doloroso. En sus últimas ocho comparecencias, la Cultural de Durango solo ha podido anotar dos goles, y ninguno de ellos ha servido para sumar algún punto a su escueto casillero. En la derrota por 3-1 en El Requexón ante el Oviedo Vetusta, anotó Iker Amorrortu; Adrián Abasolo, un par de jornadas después, estrenó su cuenta particular ante el 'Sanse', pero fue una diana estéril, puesto que los txuri urdines se acabaron llevando la victoria en el añadido. «Parece que tenemos vetado el entrar en la portería contraria», resumía Núñez. Curiosamente, el único punto que han podido sumar los blanquiazules en este amargo periodo llegó en un partido sin goles, en el derbi de Sarriena (0-0) ante el Leioa.

Una dinámica para la que el míster de los durangarras no encuentra una explicación. Al contrario de lo que podía suceder en las primeras jornadas del campeonato, con el equipo en pleno proceso de adaptación, ahora «estamos siendo ambiciosos, protagonistas durante los partidos… pero lo que nos lastra es ahora mismo la poca fortuna o lo poco acertados que estamos con la portería contraria». «No lo achaco ni a la suerte. Es una cuestión de estadística. Las situaciones de gol que tú generas tienen suficiente calidad para pensar que tienen unas altas probabilidades de terminar dentro. Y, sin embargo, no terminan dentro por una circunstancia o por otra», incidía Núñez, tratando de analizar lo que sucede con su equipo.

Aunque lo cierto es que esa falta de puntería es algo que viene acompañando, y condenando, a la Cultural desde el inicio del curso. Con solo 16 tantos, son el segundo equipo menos goleador del grupo, igualado precisamente con su último rival, el Arenas de Jabi Luaces. La Gimnástica de Torrelavega lleva solo 11, pero tiene tres puntos más que los durangarras. El reparto de goles tiene tres claros protagonistas: Ekaitz Molina, Ekain Zenitagoia e Iker Amorrortu suman 4 cada uno. Beñat, Jurgi, Galarza y Abasolo, recientemente recuperado tras su larga convalecencia por lesión, se reparten las otras cuatro.

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Los caprichos del destino, o del calendario, más bien, han deparado que su próximo rival sea el Izarra, que pelea por no caer a zona de descenso. Rival directo, por tanto, y una motivación más para salir a por el partido. Pero si realmente es recordado por algo el conjunto navarro esta temporada es por el choque de la primera vuelta en Tabira, tantas y tantas veces mencionado por unos y por otros como claro ejemplo de lo que es estar negado de cara a la portería contraria. Aquel 22 de septiembre, los jugadores de la Cultural de Durango pasaron prácticamente todo el encuentro en campo contrario y poniendo cerco al área de Iricibar. Solo el capitán Molina pudo perforar la meta navarra, pero fue insuficiente. El Izarra, en sus dos únicas oportunidades, marcó dos goles. Este domingo, en Merkatondoa, los blanquiazules buscan el punto de inflexión que les impulse a salir del pozo. Y, de paso, obtener su particular 'venganza' antes los de Rodrigo Hernando.

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