El zapatazo de Vencedor no fue suficiente en El Helmántico

Alineación de circunstancias la que propuso Etxebe empujado por el rosario de lesiones y la sanción de Areso: debut del lateral derecho Álvaro Núñez, con una banda izquierda copada por Rojo y García de Albéniz y con Artola repitiendo de 9, con Guruzeta en el banquillo y Baqué, Urain y Tascón en boxes. Morcillo también como recambio. Un Bilbao Athletic que aterrizaba en El Helmántico con cuatro victorias (Sanse, Alavés B, Calahorra y Cultural Leonesa) de los últimos cinco partidos disputados, que no pudo aumentar ante un Salamanca cuya plantilla cobraba por fin el viernes sus mensualidades atrasadas para alivio de Aitor Larrazabal, preocupado por la moral de su tropa.

Empezó fuerte el Salamanca, con los jugadores de su filial Mati y Altube en el once, con una jugada trenzada que tras varios rebotes, el punta Gio Navarro puso a prueba los reflesos de Iru. La posesión correspondía casi en modo monólogo para el Bilbao Athletic, aunque sin fabricar peligro en el arranque salvo un disparo a la espalda de un defensa de Sancet, las internadas de García de Albéniz como extremo zurdo, y un remate inocente de Artola. Para animar el cotarro, el mexicano Martín Galván, un especialista a balón parado, burló a Ander Iru con un lanzamiento directo que pilló a contrapie al portero rojiblanco.

Apenas corría el minuto 10 y los cachorros necesitaban meter una marcha más para remontar en un escenario mítico. En esas que Vencedor ponía las tablas seis minutos después con un zapatazo espectacular desde la frontal que se colaba por escuadra de Sotres, producto de una jugada ensayada a la salida de un saque de esquina. Suponía el tercer gol del volante de Rekalde, por cuyos pies se descarga todo el juego del filial por calidad y jerarquía. De hecho, dispuso antes del descanso de otra ocasión con un chut de falta que Sotres abortaba despejando con manopla derecha cuando el cuero ya se colaba en la red.

El partido se reposaba con el empate, como si ambos equipos se quisieran aún tantear en la soleada tarde salmantina en el duelo de pizarra de los exleones de ambos banquillos. Pero era el filial quien percutía mucho más con balones filtrados de Sancet, que lo intentaba con profusión, o Zarraga, escorado a la derecha esta vez, que no terminaban de encontrar rematador. García de Albéniz erró la ocasión más clara a pase medido de Beñat Prados al interior del área que el joven zurdo mandó a las nubes a falta de ocho minutos del intermedio.

En el segundo acto la decoración variaba, con el Salamanca más suelto e incisivo, con Altube dando mucha guerra arriba, cuerpeando continuamente a los centrales rojiblancos. Sancet estuvo a punto de poner el franquicia el marcador en otra ocasión diáfana, con el equipo de Larrazabal tratando de estirar líneas, ya que el empate de poco de servía para ir remontando posiciones en la tabla. El técnico de Loiu pretendía ahogar la salida de balón de Vencedor con una presión más alta para ir ganando la partida en el tablero. Los cachorros, a lo suyo, tocando y madurando cada jugada, sabedores de la necesidad de su rival.

Etxebe introducía a San Bartolomé, que salía de lesión, para buscar más llegada desde la zona ancha con su larga zancada. La indefinición del marcador mantenía con vida el envite, aunque las faltas no terminaba de darle continuidad. Jon Morcillo salía al ruedo también buscando su profundidad por la izquierda. Zarraga lo intentó también con sendos remates desde la frontal, aunque con poco tino. Guruzeta fue el tercer cambio ya buscando la victoria los bilbaínos, que quemaba todas sus naves con diez minutos por delante. Pero el partido acabó agonizando con las tablas fijadas y sin mucho más que mostrar salvo un Morcillo eléctrico que buscó la escuadra de Sotres.