Villalibre saca pecho ante un Racing que se escapa vivo

El Bilbao Athletic de la era Solabarrieta sumaba seis victorias en casa y una equis, ante el Sanse, con lo que la fiabilidad rojiblanca se ponía a prueba ante el líder Racing, el mejor equipo de este grupo II de la Segunda B. Los cachorros empataron (1-1) con gol con el pecho de Villalibre, que sigue con su imparable racha (18 tantos), aunque se hicieron acreedores a una victoria que se escapó con el Racing entregado en su rincón, minimizado y descafeinado ante el desborde de los cachorros.

Solabarrieta, como ante el Arenas en Lezama, salió con todo, incluido Nolaskoain, que no se vistió en Girona, y con mucha dimamita arriba. Delante, mucho público arribado desde Santander, un millar, animando sin cesar a los suyos. Un envite de cercanía, atractivo, con emoción en las gradas, ritmo por momentos frenético y mucho talento en el verde. Los cachorros se fueron adueñando del partido conforme superaban a los puntos a su imperial rival, que se desfondó ya con Gil expulsado.

Avisó Iñigo Vicente tras una galopada de Areso por la derecha cogiendo la espalda de la zaga (Óscar Gil-Figueras) del Racing, que creaba peligro los lanzamientos con rosca de Cayarga. Su canterano Sergio Ruiz llevaba la batuta, con Mario Ortiz, pero se bloqueaban con la presión de los cachorros. Iñigo Vicente, de nuevo, fue el hombre con más magia de los rojiblancos, sembrando la zozobra en la línea de tres cuartos. Nolaskoain, a los 12 minutos, casi anotó de cabeza en parábola, pero lo sacó bajo palos Sergio Ruiz con Crespo ya batido.

Hidalgo, que lució sus credenciales con sus recortes en arrancada, casi la líaba salvando la salida de Nolaskoain, aunque Barral erraba en boca de gol en un toma y daca entre ambos contendientes. Vicente, buscando el segundo palo, estuvo a punto de batir a Crespo en uno de sus chuts con intención, con el Racing ya desbordado atrás ante el ímpetu de los cachorros. Pero el propio Nico Hidaldo, tras centro de Cayarga, desde el pico del área de parábola, batía a Etxebarria. Se sacudía en el minuto 20 la presión local en el peor momento de los cántabros, que sacaban a relucir su calidad en una plantilla montada con gusto y a golpe de talonario.

Hidalgo se marcó la galopada del partido, salvando los cruces de cuatro rivales por su banda derecha, llegando a línea de fondo y sirviendo un centro que Cayarga no acertó a rematar. El Racing pudo remachar con un segundo tanto antes de la media hora, con Cayarga también despuntando en el otro flanco. Pero los cachorros resucitaban. Guruzeta centraba desde la derecha al segundo palo, con Gil y Buñuel desbordados. Allí apareció Villalibre que, con el pecho, ponía unas tablas merecidas al borde del descanso, que intentó abrillantar San Bartolomé con uno de sus disparos desde la frontal.

En el segundo acto, nada más arrancar, Asier Benito remató para que se luciese Crespo bajo palos. En el rechace, Vicente le pegaba con la uña. A renglón seguido, Buñuel cedía a Cayarga al segundo palo para que sacara la manopla Etxeberria, en una prolongación vertical del envite. El Bilbao Athletic buscaba la victoria, con descaro, sin dejarse amedrentar, con un Vencedor más entonado y percutiendo a balón parado. El Racing estaba encajonado. Villalibre, peleón, provocaba la segunda tarjeta a los centrales del Racing, que no podían con los cachorros.

En eso que Solabarrieta concedía minutos a Sancet, que viene de una lesión grave de ligamento cruzado, y a Larrazabal, al que le está costando últimamente entrar en el once del técnico ondarrutarra. Iván Ania, técnico montañés, parecía que firmaba el empate, amparado en sus 69 puntos y que el Mirandés pinchaba en Urritxe. Gil era expulado por una falta en la zona ancha y Ania, ya convencido, sacaba a Olaortua por Barral para amarrar el empate. Arriba, solo un Higaldo ya sin gasolina.

Era cuestión de madurar en la recta final un tanto que se mascaba en Lezama para el Bilbao Athletic. Los de Solabarrieta buscaban espacios, filtraban balones para conectar con Villalibre. Sancet lo intentaba desde la frontal, aunque todavía necesita rodaje y confianza en los cortes. Es cuestión de tiempo. Salado y Larrazabal, con la testa, avisaron, pero sin sellar sus remates en unos últimos minutos de monólogo rojiblanco. El Bilbao Athletic no se conformaba, el playoff no está tan lejos, aunque se complica. Villalibre, de cabeza, solo, tuvo la victoria.