Un latigazo de Nico Serrano sentencia en Zamora

Sin Agirrezabala, ni siquiera en el banquillo al no ser alistado desde Vigo a Zamora, Ander Iru se puso bajo palos, y sí que Nico Serrano echaba ya un cable al filial desde las sesiones de la primera plantilla, a la postre decisivo con su tanto desde la frontal en el minuto 62. El resto del once de Imanol de la Sota en este estreno liguero, el previsible tras lo ensayado en el stage veraniego. Un envite entre la revelación de la Segunda B de la pasada campaña y un filial con dos playoffs de ascenso consecutivos a sus espaldas a la Liga SmartBank. Arrancaba Nico Serrano con chispa, forzando un córner y basculando entre líneas. Delante el joven Jon Mikel Magunagoitia, arquero zornotzarra que ha convencido a Movilla de entre sus tres porteros tras fichar este verano, y Jon Rojo en el costado izquierdo del Zamora. El equipo de De la Sota buscaba la cabeza de Urain con pelotazos en largo para romper la presión de los locales. A los quince minutos, Javi Navas disparaba a las manos de Iru en el primer remate del partido, que repitió tres minutos después con un chut alto, en el marco de un contexto copado por muchas impreciones en la zona ancha por parte de ambos equipos. Prados y Diarra, un pulmón ante el Zamora, intentaban buscar líneas de pases para desbaratar la presión del conjunto de Movilla, que se juntaba entre líneas con orden abortando la calidad de los cachorros.

Apenas un centro-chut de Núñez, un remate de espuela de Artola, y amagos de Urain en los primeros compases con un testarazo, aunque en fuera de juego, por parte del Bilbao Athletic. Atrás, notable la defensa bilbaína, con elásticas verde pistacho, con Lorente atento en los cortes y Kortazar muy activo en las remontadas por el flanco izquierdo. El Zamora, con cinco nuevos en su alineación titular, apenas pasaba apuros y amenazaba en sus veloces transiciones. Los locales se estiraban de manera intermitente y Baselga, cedido por el Real Zaragoza, remataba en el balcón del área, avisando de sus intenciones.

El segundo acto siguió con los mismos derroteros, de tanteo entre ambos, vigilancias y respeto. Astray desató las hostilidades de cabeza, a saque de falta botada por Ramos. Pero el juego seguía espeso, sin profundidad, con mucho toque horizontal y escasos fogonazos de talento pese a los actores del partido. Hasta que Nico Serrano, en el minuto 62, desde la frontal, sin pensárselo, anotó el 0-1 de un latigazo seco con la zurda tras robo de Diarra a escasos metros del extremo navarro. David Movilla agitaba el avispero supliendo a sus dos delanteros y sacando de refresco a Losada y Luque en tareas ofensivas.

Lorente sufría un golpe en la cabeza y calambres en los pies, pero se recuperaba como un titán antes de un testarazo de Diego Hernández y de un triple cambio de De la Sota, con Cabo y Guruzeta para activar el ataque. El filial supo sujetar la exigua renta, aunque con algunos sustos con balones bombeados sobre Iru ante una zaga del Bilbao Athletic que sufrió por momentos en una recta final alocada, un correcalles dominado por un Zamora más vertical. El eléctrico Jorge Fernández, recién salido al verde, casi anotaba en un rebote dentro del área ya a la desesperada y un remate esquinado de Kepa Vieites asistido por el propio Jorge Fernández se marchaba a las nubes. Se sellaba la primera victoria del filial del Athletic, no sin suspense al reclamar un penalti los locales, con una expulsión y con el meta Jon Mikel Magunagoitia subiendo al remate en los dos últimos córners.