Larrazabal casi impone su ley ante el Sanse

Nada más arrancar el encuentro, a los veinte segundos, galopada de Gaizka Larrazabal por la derecha y zapatazo por sorpresa desde lejos para batir a 'La Araña' Ramirez, portero ecuatoriano que acaba de aterrizar en Zubieta y que se vio sorprendido por la genialidad del hijo de Aitor Larrazabal. La Real, que venía a Lezama con cinco victorias de los últimos seis partidos y quinto en la tabla, se estiró tras el prematuro bofetón y Villalibre tuvo que despejar de cabeza dos córners cerrados de los de Zulaika.

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Tras un toma y daca sin mucho ritmo, otra acción asaltó el derbi. A los 14 minutos, Gorostidi remata desde la frontal, le pega en el cuerpo a Vivian y el colegiado intepreta penalti por mano del central. El propio Gorostidi imponía el empate desde los once metros. Demasiado castigo para el equipo de Solabarrieta, que no estaba sufriendo apuro alguno. Pero Larrazabal estaba de dulce. Asier Benito le cedía un balón de lujo para que, en el segundo palo, el interior de Loiu pusiera el 2-1 en el luminoso. Su noveno tanto del curso.

Nolaskoain, que volvía al filial tras la operación frustrada con el Huesca, trabajaba en la medular junto a Unai Vencedor, aunque ninguno de los dos descolló como en otros envites. Iñigo Vicente permaneció en el banquillo hasta el tramo final, ya sin tiempo. Ramirez evitó el tercero con ayuda del larguero tras cabezazo de Murua. El meta acuatoriano, con el Bilbao Athletic lanzado, tuvo que salir a los pies del inspirado Larrazabal. El 7 rojiblanco intercambió la banda por Salado para despistar a los potrillos, que solo inquietaron a Unai Etxebarria con un lanzamiento intencionado de Ander Barrenetxea, que ya ha debutado en Primera. Poco más magro para un espeso filial donostiarra. Otro zarpazo de Larrazabal y un cabezazo de Nolaskoain avisaban de las intenciones de los rojiblancos, que maniataban a su rival. Le Normand atrás y el talentoso Guevara de pivote no encontraban líneas de pase ante un Bilbao Athletic ordenado y atento, lanzado al contragolpe.

Pero el segundo acto desdibujó a los cachorros. La Real empezó mandona, aunque demasiado horizontal, sin ritmo. Ander Barrenetxea dejó algún detalle de su talento, obligando a Areso a intervenir para tapar sus penetraciones por banda izquierda. El juego estaba deslabazado, sin ocasiones ni intensidad, con los minutos pasando. Solo los fogonazos de Larrazabal, que tuvo cerca en 'hat trick' en un zapatazo esquinado, sacudían del sopor a los rojiblancos, que no terminaban de fluir. La inercia invitaba a pensar que el empate podía ensombrecer la soleada tarde en las instalaciones de Lezama. A Villalibre no le llegaban balones y el ataque se difuminaba en la línea frontal del área guipuzcoana. Celorrio casi anotaba de cabeza y, a renglón seguido, Thior Zourdine ponía la equis en el tanteador en un balón suelto en el área. Otra vez el 7 senegalés fue letal ante el Bilbao Athletic. Asier Benito dispuso de una última opción, pero su chut se fue por encima del larguero.