El Guijuelo ahoga al Bilbao Athletic

Parecía que Salamanca era campo abonado para los cachorros. Al Bilbao Athletic se le daban bien, hasta la fecha, los clubes charros. Primero batió con suficiencia al Salamanca UDS (4-0), después a Unionistas (4-1), ambos en Lezama. Pero el Guijuelo, que solo llevaba 8 goles a favor por 35 los rojiblancos, se les atragantó y acabaron por hincar la rodilla a la orilla de los secadores de jamones por 2-0, tantos de Espina y Cristoball Gil. Tercera derrota del curso para los de Etxeberria tras las de León y Burgos. Los chacineros llevaban nueve jornadas sin ganar.

La pelea por el liderato de este Grupo II sigue en pugna con Cultural Leonesa y UD Logroñés, con los riojanos haciendo sorpaso con 30 puntos. Sin Sancet, Etxebe dio la alternativa como titular a Beñat Prados. La joven promesa del Basconia basculó entre líneas para acompañar a Vencedor y Zarraga. Hasta el momento solo había jugado 26 minutos en dos partidos. Una primera mitad con alternativas, que arrancó bien el filial, como si fuera un espejismo. El Guijuelo, para quien el partido era una final, se vino arriba hasta ponerse por delante en el marcador cuando apenas había pasado nada en las áreas: un remate de Zarraga sobre la espalda del veterano Jonathan Martín que impidió el gol, el juego entre línea del hermano del bético Fekir, y un disparo duro del ex del Sestao River, Cristobal Gil, que salvaba Ezkieta abajo con una providencial manopla. Pero a los 27 minutos, una incursión por la banda derecha de Luis Lara, pase atrás para que metiera la puntera Pablo Espina y batiese a Ezkieta con su tercer gol de la campaña.

Ya en el segundo acto, Javi Murua suplió a Sillero en el 52 por alguna molestia muscular que empujó a salir al zaguero del verde sintético. El envite no cambiaba de decoración, aunque el filial se estiraba con Prados incisivo y centros laterales de Morcillo y Artola, algo que reclama con insistencia el técnico del Elgoibar. Luis Lara pudo hacer el segundo en un disparo cruzado, también Jesús Muñoz en un remate en el interior del área que no pudo ver puerta, y un larguero de un Guijuelo que buscaba sentenciar y que ponía en aprietos a los cachorros, descentrados por momentos. Los charros, estrangulados en la clasificación, no dejaban respirar a los rojiblancos, a base de ímpetu y raza, apoyados encima con que el filial no tenía el día más inspirado.

Ni Jon Morcillo acertaba a balón parado. Los bilbaínos solo se asomaron con una acción de Baqué que abortó Guille Vallejo y con un centro chut de Areso, muy activo por el carril derecho, que se estrelló en el larguero chacinero en la mejor ocasión en un partido que pasó a convertirse en un correcalles. Ya en el 86, tras una acción arrancada por el exarmero Carlos Rubén, Cristobal Gil redondeaba el tanteador desatando la alegría del conjunto local, que celebraba la victoria en el banquillo local fundido con su técnico Ángel Sánchez, muy cuestionado en las últimas semanas. Un remate de Vencedor rozando el larguero y un balón de Andi que se paseó por la línea de gol de los bilbaínos agotaron el envite.