El exrojiblanco Ander Dulce vuelve a sus orígenes

Ander Dulce, que fue internacional Sub 16 y Sub 17 con la selección española, era uno de los estandartes de la generación del 98 en Lezama junto a Iñigo Vicente y Jon Sillero. Esta semana, tras superar una cruel lesión de cadera en las categorías inferiores del Athletic y otra reciente de ligamento cruzado en su incipiente carrera en su cesión en el Zamudio del último año y medio, el mediocentro riojano se reengancha al fútbol en el filial de la UD Logroñés. Su padre, Jesús Dulce, natural de Barakaldo, fue central del Logroñés y del Compostela en Primera y Segunda División.

El mediocentro, con de 1'87 de altura, ha vivido los últimos años en la Residencia de Derio, aunque todavía no ha podido explotar. Pasó por el Basconia durante una vuelta y solía jugar con asiduidad, pero en enero del año pasado fue prestado al Zamudio por un intercambio estructural por otro mediocentro más veterano como Adrián Celador. Dulce aterrizó en Gazituaga junto con Matías Lizarazu, ahora en las filas de la Peña Sport. En diciembre del año pasado, siendo un pilar en el equipo tecnológico, volvió a lesionarse. Tras someterse a una resonancia recibió el mazazo de padecer una rotura del ligamento cruzado, de la que fue operado el pasado mes de enero, lo que le dejaba fuera de los terrenos hasta esta pretemporada. Se ha recuperado con un readaptador puesto por el Athletic este verano. El mediocentro se averió contra el San Pedro en el estadio de Las Llanas, en cuyo envite se tuvo que retirar mediada la segunda mitad con muecas de fuerte dolor en su articulación. «Ander me gusta mucho como pivote defensivo, con una buena salida de balón y juego aéreo, aunque tiene que sacar más carácter en esa posición», comenta Gorka Rueda sobre una área de mejora en la que debe incidir Dulce. Un Rueda que ahora es segundo entrenador de Ander Alaña en el Cadete A del Athletic.

Ahora, recuperado del todo, Dulce firma dos campañas con el filial de la UDL, que milita en Tercera División. Un novedoso escaparate para despegar de nuevo, arropado por los suyos. No se puede obviar que Ander Dulce tenga la intención de poder convencer a lo largo de la temporada a Sergio Rodríguez, míster del primer equipo de Segunda B, donde juegan vascos con pasado en el Bilbao Athletic como Gorka Pérez, Ander Vitoria o Lander Olaetxea.

Dulce, amante del juego de Javi Martínez y Busquets, dos futbolistas de su perfil y complexión, ya superó un primer golpe moral en Lezama con una lesión de cadera muy latosa en pleno crecimiento. Su reaparición con el Athletic Juvenil de Honor en 2015 se produjo tras 26 meses alejado de los rectángulos de juego. Reapareció durante los últimos minutos en el campo del Mundial 82 de Logroño ante el Comillas, su anterior club de formación antes de aterrizar en Lezama en Infantiles. El círculo se vuelve a cerrar, a sus 21 años, en otro club de su ciudad, y con terreno por delante para expresarse.