Duelo de filiales en construcción en Lezama

El Bilbao Athletic va de menos a más. En Gobela flojeó, ante el Racing mejoró pese a perder contra el favorito de este Subgrupo A del Grupo II de Segunda B y ya en La Florida, más frente a la SD Amorebieta se empezaron a ver retazos de equipo vertical, de talento y hasta solidario en defensa. Este sabado aterriza en las instalaciones de Lezama en la quinta jornada el Alavés B (15:45 h., ETB1), el filial babazorro que patronea Iñaki Alonso, un conocedor al dedillo de todos los entresijos de la cantera rojiblanca. Dos filiales rejuvenecidos en pleno proceso de reconstrucción, que aspiran a colarse en el pódium de la tabla en una campaña plagada de incertidumbres.

El técnico rojiblanco, Joseba Etxeberria, podra tirar de Oier Zarraga para su zona de creación, al no haber fútbol en Primera División, para echar un cable al perenne Beñat Prados y poder entenderse con el polivalente Diarra, mientras que regresa a la lista el espigado delantero Ewan Urain, que se perdía la cita de la SD Amorebieta, donde Iñigo Baqué parcheaba su ausencia en la punta de lanza. El resto del plantel está en perfecto de estado de revista por primera vez en mucho tiempo, para alivio de su técnico. «El equipo va a más, es un proceso normal. Sabemos que por la edad temprana de los jugadores es un proceso de adaptarse un poco a la categoría nueva. El equipo va dando señales y se va acercando a lo que buscamos«, subraya el preparador elgoibartarra.

Hace falta, sin embargo, paciencia para ensamblar las piezas teniendo en cuenta que ya no figuran en nómina los Sillero, Vivian, Vencedor, Sancet o Morcillo, muchos cambios de golpe: «Por el nivel que estan dando los jugadores, vemos que poco a poco los nuevos se estan amoldando bien«, deslizaba Etxeberria en referencia a los Jaso, Alvaro Núñez, los Nicos (Williams y Serrano, que marcó ante los Azules), ahora protagonistas absolutos, o Cabo y Guruzeta, que saltaron en el tramo final frente a la SD Amorebieta sellando una victoria reparadora. Una primera fase, además, mas veloz que nunca por aquello del reajuste post-covid de los grupos, donde los errores de saque se arrastran mucho mas que en temporadas anteriores.

Delante, un filial babazorro donde solo milita un jugador vasco, el portero Aritz Castro, con un excanterano de Lezama, el riojano Pepe Blanco, y un central que pasara el curso pasado por el Arenas, el mallorquín Toni Frau, mezclados con una alineación muy variopinta en sus procedencias. Apenas sobreviven del curso pasado Castro, Lupu y Víctor López, mas Sobrido y Blanco que suman del San Ignacio, el segundo filial, en una auténtica revolución. Arriba destaca precisamente la batalla constante del rumano Andei Lupu, y el argelino Abderrahman Rebbach, que suma dos goles en tres partidos. Un filial que suele emplear un 5-3-2 en defensa y un 3-5-1-1 atacando, aunque elástico ya que en ocasiones se convierte en un 4-4-2 con los cambios con un carrilero baja y un medio cubre la banda.