El calvario de Asier Benito

Asier Benito está en medio de una amarga travesía por el desierto por culpa de las dichosas lesiones. Apenas ha podido saltar, hasta el momento, en tres partidos de los doce disputados. Y tan solo a ratos. Salió ante la SD Leioa en Sarriena (minuto 65) por Gaizka Larrazabal, frente al Gernika en Lezama en el 79' por Villalibre, y en Oviedo fue cambiado en el 43, hace ya más de un mes, por el propio Villalibre. Le ha lastrado una lesión en el gemelo en el arranque de la Liga, que fue la que le dificultó entrar en liza. Y cuando lo había resuelto y fue titular ante el filial del Oviedo, se lastimó un tobillo. Un esguince fuerte por una rotura de ligamentos que le envió de nuevo a talleres antes del descanso.

En total, le diagnosticaron dos meses y medio de baja, aproximadamente, del que le resta aún más de un mes más para volver a calzarse las botas en un partido oficial. Un hándicap para Gaizka Garitano, que tampoco puede contar con Sancet y Baqué, con lesiones de larga duración por ligamento cruzado de sus rodillas, más Aitor Seguín y Gorka Pérez, cuatro titulares potenciales.

El curso pasado, Asier Benito, un 9 de brega, remate y juego de espaldas, fue un referente en el ataque en el Bilbao Athletic. Formó un trío letal junto a Guruzeta e Iñigo Vicente, clasificando al equipo de Garitano en el playoff de ascenso. Entre los tres, que se entendían a la perfección permutando sus posiciones, marcaron 39 goles, 12 de ellos obra de Benito en 38 partidos. De hecho, Garitano advirtió tras caer ante el Arenas en Gobela en plena racha negativa del equipo (1 de los últimos 15 puntos) que «nos está faltando el gol y la pegada del año pasado». Después, vino el 6-0 al Izarra y el 3-1 en El Sardinero, donde se quejó de que «falta el relevo de Villalibre, que acaba cansado los últimos minutos». Asier Benito es la solución.

Benito fue captado por el Athletic hace dos cursos desde el Alavés, que lo apartó de su filial al sospechar este trasvase. Había debutado gracias a un par de partidos en el primer equipo del Alavés, contribuyendo a su retorno a Primera, pero fue cercenado antes de recalar en el Bilbao Athletic cuando sumaba 11 goles en el filial babazorro. Le orillaron de su disciplina al no aceptar la oferta de renovación que le imponía el Alavés. El delantero de Amurrio se pasó toda la segunda vuelta de hace dos campañas limitándose a entrenarse en Ibaia. Un caso similar al que sufrieron con anterioridad Mikel Vesga, ahora cedido en el Leganés y Ander Alday, en la SD Leioa actualmente tras su aventura en el Sporting B.

Benito (11-2-95) es rojiblanco de cuna y su ilusión es debutar en el primer equipo, objetivo que persigue si las lesiones le respetan en una campaña en la que debe pugnar con Villalibre, que suma cinco goles este curso, por el puesto de ariete del equipo.