El Athletic tiene la última palabra con Diarra

Youssouf Diarra fue el artífice del empate ante el Racing sobre la bocina de un certero testarazo impulsándose sobre su 1'75 sobre la defensa local en El Sardinero. El mediapunta del Bilbao Athletic, que había perdido protagonismo en los últimos partidos en beneficio de Zarraga, especialmente, y Artola en su posición, es uno de los cachorros con más clarividencia en los últimos metros. El curso pasado fue el máximo anotador del Basconia de Patxi Salinas con 13 tantos en 27 partidos, disputando un playoff express de ascenso a Segunda B.

Diarra acaba contrato en junio, si bien el Athletic tiene una opción preferencial para ejecutar una renovación automática por dos campañas más. En el caso contrario, el jugador de origen malí, de 22 años, que espera contar con mayor minutaje en esta segunda vuelta, dispone del interés de hasta tres clubes, alguno de ellos para su filial. De momento no se ha producido ningún movimiento por parte del club de Ibaigane, que tiene la última palabra y aguarda acontecimientos en este sector esencial de la competición.

El cachorro ha intervendo en hasta once envites, con ese tanto en El Sardinero, y aunque no se ha asentado en la titularidad, ha mostrado un excelente rendimiento como revulsivo en la zona ancha, conjugando laboriosidad con llegada al área y sin notar el salto de categoría. Incluso su técnico, Joseba Etxeberria, ha recalcado su compromiso y actitud cuando lo sentó en el banquillo tras arrancar la Liga en el once.

Youssouf Diarra (13-9-98) arribó al Basconia hace cuatro veranos envuelto en una auténtica polvareda mediática sobre la idoniedad de su fichaje. Se cuestionaba, por algunos sectores, si encajaba con la singular filosofía del Athletic. Una corriente que se ha mitigado con el tiempo, prendada por la disposición e integración del joven futbolista. Nacido en Mali y criado en Lleida, se formó dos años en clubes navarros en pleno proceso de aprendizaje y viviendo en la ciudad de Pamplona.

En su primer año en el Basconia jugó 24 partidos, con dos goles. Hace dos campañas, como mediapunta o en banda, corroborando su polivalencia, actuó en 23 partidos y anotó seis tantos, el pasado curso rubricó 13 goles, siendo el máximo artillero del equipo y uno de los más atinados del exigente grupo IV de Tercera División.

Diarra, que vivió en la localidad leridana de Cervera desde los 7 años, jugó en el equipo del pueblo, pasó por el Tarrega y por el UE Bordeta para acabar en los cadetes del Lleida y ser alistado por la selección sub 17 de Mali. A renglón seguido, con ofertas de otras latitudes, decidió asentarse en Pamplona con una familia de acogida para militar en el Ardoi y posteriormente alistarse en La Txantrea, tradicional club de la red de convenidos del Athletic en su equipo de Tercera División, destapándose con 15 goles en 33 partidos.

Alertado el organigrama técnico del Athletic sobre las cualidades del chico, se le sometió a una prueba en las instalaciones de Lezama en un partido a campo abierto rodeado por otros meritorios repartidos por el fútbol vizcaíno. Pasó el corte y le lanzó al segundo filial rojiblanco. Ahora se faja en Segunda B con el Bilbao Athletic de Joseba Etxeberria a la espera de despejar su futuro.