El Portugalete se lleva el derbi de la Margen Izquierda

Ambas escuadras disputaron su último encuentro el pasado domingo, por lo que se esperaban cambios en los onces. El Portugalete perdió en su último compromiso frente al Real Unión (2-1), por lo que Loza optó hasta por cuatro rotaciones, introduciendo a Zekri, Fernando Rubio, Salinas y Thaylor. En cambio, Aitor Larrazabal apostó prácticamente por los mismos jugadores que lograron la primera victoria del Barakaldo este pasado fin de semana -4-2 ante el Deportivo Alavés B-. Solo Julen López y Seguín sustituyeron a Gándara y Urkiza.

Durante los primeros compases, el Barakaldo llevó la iniciativa y el Portugalete repelió líneas, sin dejar que los fabriles les hiciesen daño. Con el paso del tiempo, las fuerzas se igualaron, con los dos equipos tratando de llegar al área contraria mediante un juego directo y balones aéreos. Sin embargo, ninguno de ellos mostraba ninguna sensación de peligro y la primera mitad fue muy tibia. Sin apenas ocasiones.

Solo la velocidad de Thaylor pudo marcar las diferencias en el minuto 25. El extremo jarrillero se coló a la espalda de la zaga baracaldesa y cuando ya encaraba la portería de Rabanillo, Julen López le derribó por detrás cometiendo penalti. Musy lanzó la pena máxima a su derecha, Rabanillo la tocó, pero finalmente la pelota entró llorando. De este modo, el punta santanderino acaba con la maldición desde los once metros del Portugalete, que había errado los tres penaltis que había tirado esta temporada.

Los dos conjuntos se activaron más en ataque tras el gol y ambos gozaron de varios acercamientos resaltables. Ninguna escuadra ejercía un control claro y el partido estaba loco. Cualquier cosa podía pasar. Lo que ocurrió fue que el partido se le puso cuesta arriba al Barakaldo, que se quedó con un hombre menos por la expulsión directa de Alain Ribeiro. El centrocampista getxotarra cometió una falta sobre Salado para solventar un error defensivo que dejaba al jarrillero solo contra Rabanillo.

En la segunda mitad, la nota anecdótica fue que algunos de los focos que iluminaban el campo se apagaron en repetidas ocasiones. Al igual que se iba apagando la esperanza del Barakaldo debido a que recibió un segundo golpe. Güemes, que llevaba diez minutos sobre el césped, hizo valer su condición de hombre gol del Portugalete y aprovechó un buen centro de Salado desde la banda izquierda para elevarse más que nadie y hacer el 2-0 de cabeza. Es el tercer tanto del ariete vizcaíno en lo que va de temporada. En los últimos minutos, los dos equipos tuvieron la opción de cambiar el resultado, sin éxito. El Portugalete se despide del año con su segundo triunfo en esta campaña –el primero a domicilio- y el Barakaldo tendrá que apretarse las tuercas en la segunda vuelta para salvar la categoría.