Larrazabal, cerca de un nuevo desembarco en el Barakaldo

Aitor Larrazabal apunta a ser de nuevo entrenador del Barakaldo, que compaginará como director deportivo para acometer la doble labor como pretende el club fabril tras la salida de Iñaki Zurimendi del puesto, y así ajustar el presupuesto en tiempos de receso económico. No se ha confiado en la continuidad de Hernán Pérez, el técnico hasta que la pandemia por el coronavirus paralizara la Segunda B, y a las oficinas de Lasesarre se han agolpado un número ingente de currículums de candidatos al puesto. Larrazabal, que ya entrenó al equipo fabril hace dos campañas con éxito y pasaporte hacia el playoff de ascenso, es el mejor colocado por parte de la directiva que encabeza Jesús Mari Isusi, según ha podido saber EL CORREO. Los contactos se han intensificado y se encuentran cerca de sellarse. El presidente fabril oficializará el nombre de su elegido, si el plan no se tuerce, al final de la próxima semana.

A Larrazabal le seduce el proyecto del Barakaldo, un club al que admira y con el que se siente muy vinculado sentimentalmente. Una ocasión de relanzar su carrera en casa, con sosiego, y con pleno mando en plaza en la labor de confección de plantilla y pilotaje del primer equipo. Apostará por jugadores vascos de proyección combinados con algunos con experiencia para tirar del carro que garanticen rendimiento a corto plazo. Hay mucha plancha en una plantilla de la que solo tres jugadores (Picón, Carles Marc y el portero Javier Rabanillo) tienen contrato en vigor, con varios esperando acontecimientos por si van a renovar o el nuevo míster decide lo contrario. Un Larrazabal que dispone de otra opción posible en el Hércules, en pleno casting de técnicos y de director deportivo, pero que prioriza la vuelta a casa. Ya va peinando a algunos jugadores de su confianza y gusto para secundarle en su nueva misión en los banquillos. Germán Beltrán, que fue segundo y el de Hernán Pérez, se postula a repetir en el mismo puesto al ser un hombre del club.

El pasado 18 de febrero, en la jornada 25, Aitor Larrazabal dejaba de ser técnico de la UD Salamanca. El técnico de Loiu había firmado el 25 de noviembre hasta el próximo 30 de junio, con renovación automática si se clasificaba para el playoff de ascenso. Le suplía Rafa Dueñas, al que había relevado, curiosamente, en medio de muchos temas internos en el club charro, encadenando hasta cinco entrenadores diferentes, antes de que la pandemia dinamitara todo apenas un mes después de aquella decisión. Larrazabal había aterrizado en Salamanca tras su brillante clasificación para el playoff de ascenso dirigiendo al Barakaldo, al que solo el Hércules eliminó en la primera ronda.

Larrazabal, de 48 años, tiene experiencia en los banquillos empezando desde la Regional con el Gatika, pasando por la Segunda B en Lemona, SD Amorebieta y Marbella, en una breve etapa, y su periplo en Lasesarre, además de su labor como director deportivo del Athletic. Ya el pasado verano apareció en diferentes quinielas como posible entrenador de Hércules, Mirandés, Burgos o Córdoba, para terminar recalando en el club salmantino en un proyecto quebrado. Barakaldo apunta a una nueva escala del exleón para catapultar su carrera de entrenador y reflotar a un club que quiere reverdecer viejos laureles e insertarse en la novedosa Segunda Pro como misión a medio plazo.