El Barakaldo ve la luz al final del túnel

La entidad fabril ha anunciado un acuerdo con un grupo de inversores vizcaínos, entre los que se incluyen varios empresarios baracaldeses y exfutbolistas gualdinegros. Estos han pactado ejecutar el proceso de conversión del club en sociedad anónima deportiva, que fue aprobado el 11 de abril de 2019. «Este acuerdo marco entendemos que será la solución y el futuro de nuestro club en el cual ya estamos trabajando y que sea ratificado en la asamblea que se convocará en los próximos días», apuntó la entidad fabril a través de un comunicado.

Hace más de dos años, los socios aprobaron en asamblea convertir el club en SAD para ganar así el músculo financiero que les aproximara a la posibilidad de competir en Segunda División. La perspectiva cambió y todo este proceso se paralizó cuando, en junio de ese mismo año, se dio a conocer una sanción de cifras históricas por parte de la Seguridad Social; 1,2 millones de euros que hacían tambalear las arcas del conjunto baracaldés.

El Barakaldo se vio obligado entonces a entrar en un proceso concursal para evitar su liquidación, al no poder asumir dicha deuda. Esto se prolongó durante un año, hasta que los acreedores aceptaron el convenio propuesto por el club, que se basa en hacer frente el total de 1.232.000 euros en un plazo de diez años. Fue el primer gran paso hacia la supervivencia. No obstante, al concluir la presente temporada, afloraron de nuevo los fantasmas de la desaparición. Impagos a la plantilla del primer equipo, un préstamo de 150.000 euros por parte de un inversor que nunca llegó y el descenso a Tercera RFEF fueron las gotas que colmaron el vaso.

Desde que en diciembre de 2019 Jesús María Isusi se hizo con el mando del Barakaldo, su consigna para salvar al club ha sido muy clara. «La única solución es transformarse en SAD», ha reiterado en varias ocasiones el presidente. El plan de la actual Gestora siempre ha sido buscar la llegada de unos inversores que pudieran conformar un capital social de 2,5 millones de euros para así convertirse en sociedad anónima deportiva y poder subsanar la deuda. En las últimas semanas se han conocido varios proyectos de diferentes grupos de inversores o socios que se han visto frustrados.

No obstante, tras dos años de grave crisis económica, el cuadro fabril parece ver la luz al final del túnel. Por el momento, se desconoce la identidad de estos empresarios y exfutbolistas que pueden salvar al club. Se presentarán en sociedad y darán todos los detalles de su proyecto en una rueda de prensa que los dirigentes de la entidad esperan llevar a cabo el próximo jueves. La Gestora busca informar del asunto antes de convocar una asamblea para tratar este asunto a mediados de julio. Serán los socios los que decidan