Arenas y Ebro reparten puntos, precauciones y errores en Gobela

La primera mitad del encuentro ha sido para olvidar, con el balón más tiempo en el exterior que dentro del campo, a cuenta de la gran cantidad de fueras de banda que han forzado ambos equipos. Ha prevalecido la precaución, con un Arenas al que le han penalizado los pases y decisiones erróneos en las tres contras lanzadas que llevaban veneno. Tan solo algunas destellos de Jurgi Oteo y Leandro han abrillantado este período. Destellos fugaces.

Por parte del Ebro, hay que destacar que el abanico de las jugadas ensayadas que han llegado a raíz de los saques de córner, principalmente, tampoco han llegado a buen puerto. Era difícil encontrar un resquicio entre la maraña de piernas que poblaban las áreas de ambos conjuntos en jugadas a balón parado. A los arlequinados les han correspondido los diez últimos minutos de control de juego, con ataques que tampoco han encontrado rematadores. Y es que en Gobela, ha reinado la imprecisión, la precipitación y la contención.

En la segunda parte, ha subido el listón. El pase de Ibargoien lo ha enganchado de volea Iván Alonso con la zurda, para estamparlo en el exterior de la red, en el minuto 52. Precisamente, las acciones de Alonso por la izquierda han aportado aliñado a un partido soso y físico. Trece minutos después, ha penetrado por banda para lanzar un centro potente, paralelo y envenado al que tampoco ha podido llegar Leandro.

Las mejores acciones del encuentro, las dos que han podido decantar el marcador hacia cualquier lado, han llegado casi al borde de la conclusión. Al saque de un córner, Jon Vega ha enganchado un disparo que se le ha ido alto, en el 84. Tan sólo un minuto después, Nando Quesada ha tenido la réplica. Ocasión de partido, como se dice. El balón le ha llegado en el área tras protegerlo un compañero, pero su chut ha sido tan centrado que Atananga lo ha parado en dos tiempos, sin demasiadas complicaciones.

El adiós ha llegado con un disparo cruzado del rojinegro Gabilondo, que se ha marchado fuera. Otra salva más donde ha habido tan poca pólvora. Curiosamente, el colegiado, como si no quisiese alargar más el partido, ha concedido tan sólo un minuto de prolongación a un choque anodino, sin emoción.