El Arenas deja escapar vivo al Racing

Fue en un error defensivo claro, porque al getxotarra se le abrió un pasillo con un movimiento desacertado de Mantilla. Eso obligó a Matic a ir a por todas y contactar a Alonso al no llegar al balón. Sin dudarlo, el colegiado Alejandro Lucena señaló el penalti que Leandro convirtió en el 1-0.

Era un premio muy elevado para el Arenas tras una primera mitad de dominio visitante, por infructuoso que fuese. Los de Javier Fernández Rozada no encontraron huecos en la bien plantada defensa arenera y su único bagaje en este periodo fue un cabezazo de Balboa que pilló saliendo en falso a Carrio. El entuerto lo salvó in extremis Uranga, al despejar de chilena cuando se colaba el balón en la portería local.

Pero la oportunidad más clara la tuvo el local Leandro, que frente a Crespo estrelló el esférico en el larguero cuando corría el minuto 18 de juego. El penalti que anotó el propio Leandro sirvió para cerrar el primer tiempo, donde lo más destacable, al margen del gol del Arenas, fueron las cuatro tarjetas que mostró el colegiado a los cántabros, tres de ellas por protestar.

En la reanudación, y pese a tener un jugador menos, el Racing salió a por todas. El técnico visitante sacó a Balboa para introducir en el campo a Camus y dar mayor protagonismo a la banda izquierda. Y acertó. El Racing salió espoleado y el Arenas quedó a su merced. Figueras cumplió a la perfección como central y la recompensa visitante no tardó en llegar en el minuto 51, al aprovechar el saque de un córner para empatar. Fue Mantilla quien saltó sólo en el primer palo y cabeceó a placer, sin que Carrio pudiese hacer nada por evitarlo.

Los de Fernández Rozadas cumplieron esa complicada regla de jugar mejor con diez sobre el campo. En cualquier caso, hubo opciones por ambos bandos. La mejor para los locales correspondió a Gabilondo, cuya volea se fue alta. Aunque mejor fue la del visitante Cejudo, cuyo disparo salió rozando el poste.

Al Arenas le costó mostrar su mordiente. Fue en los últimos 15 minutos cuando su dominio se hizo más patente. Pero ni el recién entrado Estrada, ni Pradera ni Murua consiguieron su objetivo por parte rojinegra. No obstante, el que más cerca estuvo de lograrlo fue el visitante Cejudo, muy activo todo el partido, que estrelló en la base del poste su soberbio disparo, cuando Carrio estaba batido. Al final, el 1-1 hizo justicia a lo visto sobre el césped, ante la incapacidad de los rojinegros de aprovechar su superioridad numérica.