El Arenas, ante su primera oportunidad para abandonar los puestos de descenso

Un escenario inimaginable hace unos meses. El Arenas, que parecía destinado a perder la categoría al final de la temporada, podría dormir esta jornada fuera de los puestos de descenso. Un vuelco a la clasificación –de mucho mérito- que pasa por vencer este sábado, a las 16.00 horas, al filial del Osasuna en Fadura. La dinámica positiva que vienen registrando en casa se ha convertido en un salvavidas para el vestuario, acompañada por los puntos cosechados a domicilio. «Venimos desde hace un mes desplegando el juego que buscábamos, minimizando los errores y alargando el potencial ofensivo en minutos». Un engranaje que esperan poder seguir poniendo en marcha este sábado.

Aunque tan importante será atacar –y más teniendo en cuenta que juegan en casa- como defender. Y aquí es donde pondrán especial atención, sobre unos delanteros que «son diferentes, con un buen disparo», alaba el entrenador Javi Olaizola. Y en eso han centrado el trabajo de la semana, en buscar cómo minimizar el juego habitual de este equipo «con jugadores de calidad, técnicos, verticales e intensos». Eso sí, también sabe –de buena tinta, porque entrenó a dos filiales- que estos jugadores pueden ser «capaces de lo mejor, pero también de lo peor».

Sin saber qué cara se encontrarán, sobre el verde desplegarán «el juego ordenado» que les caracteriza. «Le damos una especial importancia a las ocasiones que tengamos, porque pueden marcar el partido. Y no queremos dar ninguna opción de contragolpe porque nos pueden hacernos mucho daño», razona. Un choque vital que el vestuario, confiesa, afronta con «ilusión», tras sumar cuatro puntos sobre seis posibles en las dos últimas jornadas. Y también con «necesidad», porque a pesar de que la dinámica sea ascendente, aún no consiguen abandonar el 'farolillo rojo'.

«Hasta ahora no hemos sido capaces de salir porque todos los de arriba están ganando», argumenta. Una combinación de resultados que está comprimiendo la clasificación por arriba y por abajo, hasta tal punto que se encuentran nueve equipos en un abanico de tres puntos. El vestuario, consciente de que la liga no permite ningún despiste, se ha fijado el objetivo de pelar cada partido: «Estoy con un grupo de jugadores que se toma cada partido como si fuese el último, saben que se está jugando mucho», comparte.