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El Badajoz-Amorebieta ha incentivado la picaresca entre los aficionados extremeños para hacerse con una de las 7.000 entradas del Nuevo Vivero. La Federación Española indicó el lunes al club de Urritxe que tenía a su disposición 2.200 localidades, pero que debía ... devolver antes de las 10.00 horas del miércoles las que no utilizara. Como era consciente de que no iba a tener tanta demanda y para evitar que sus entradas cayeran en manos de hinchas del club pacense, el Amorebieta tomó la decisión de limitarlas a socios, aficionados muy conocidos y familiares de jugadores. Así ha expedido 500. «Si se las vendemos a todos los que querían venir a por ellas, corríamos el riesgo de que hubiera reventa y está claro que en las gradas no se pueden mezclar las aficiones», explica en Mérida el presidente, Jon Larrea.
Sobraban alrededor de 1.700, enviadas al Badajoz, que las ha puesto a la venta a las centenares de personas que hacen cola en el Nuevo Vivero. En el Amorebieta han vivido anécdotas curiosas de extremeños en busca de una entrada a toda costa. Uno se hizo pasar por euskaldun con un texto traducido al euskera por el Google traductor. Otro llamó al club e hizo una oferta telefónica por 1.000 euros. Y algunos enviaron mensajes por WhatsApp en los que decían ser de Amorebieta pese a que en la foto de perfil aparecen posando en lugares muy reconocibles de Extremadura.
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