El Amorebieta cede ante el empuje riojano

El Amorebieta ya sabe que esta campaña toca sufrir. Quizá eso pesó demasiado en Las Gaunas para acabar cediendo por 2-0 ante una Unión Deportiva Logroñés en fase de recuperación. No fue un dominio aplastante de los locales, pero es que a los de Íñigo Vélez les cuesta mucho generar ocasiones de gol y así es complicado ganar. Quizá no contaba el cuadro vasco con tener tanto la pelota en tramos del encuentro, en los que los riojanos apostaron por los contragolpes como un claro argumento de peligro.

Después de la victoria en El Malecón y el empate en Urbieta, últimas dos salidas de los de Íñigo Vélez, parecía que el Amorebieta le había cogido el pulso a los desplazamientos tras las dos derrotas iniciales del curso. Sin embargo, ante una UD Logroñés que va a más y que se asoma a la quinta plaza, quedó patente que va a tocar sufrir esta temporada. Por el momento, acaba la jornada en puestos de descenso una vez superado el paso por Las Gaunas con derrota por 2-0.

Desde el pitido inicial, la iniciativa fue de los riojanos, que quisieron imponer su ritmo ante un Amorebieta con pocos argumentos en ataque. Ñoño, en el costado izquierdo, era un puñal para los riojanos. Precisamente, el andaluz abrió el marcador de falta directa mediado el primer tiempo. A partir de ese momento, el equipo de Sergio Rodríguez tiró de oficio para buscar rápidas transiciones con las que intentar finiquitar el partido antes del descanso. Rubén Martínez condujo dos de ellas que no encontraron el resultado deseado para los riojanos gracias, la primera, a la anticipación de Simic sobre Ander Vitoria y, la segunda, porque el tiro de Ñoño se fue desviado.

Aunque la UD Logroñés buscara los espacios a las espaldas de la defensa no renunciaba a maniatar a su oponente cuando la ocasión lo requería, pero sin que Magunagoitia tuviera que intervenir. El primer tiempo terminaba con polémica ante la caída en el área de Rubén Martínez en la pugna con el esférico con Aurtenetxe.

En el segundo período, Íñigo Vélez movía ficha con Andoni Fernández en escena. El Amorebieta dio un pasito adelante. Presionaba más arriba y complicada la salida limpia de balón de los logroñeses. En un mal golpeo de Miguel vino la posibilidad del empate, pero el meta local supo rectificar para evitar males mayores. A los vizcaínos les costaba un mundo generar ocasiones. Por su parte, la UDL, con el marcador a favor, apostaba por la velocidad de sus mejores hombres. De hecho, Marcos André se inventó un jugadón y un golazo pasada la hora de partido. Ahí murió el choque.

Control para los riojanos y cierta impotencia para un Amorebieta sin profundidad que no bajó los brazos y que buscó la forma de estar en la contienda. No en vano, tuvo más la pelota aunque sin que eso supusiera ocasiones con las que batir a Miguel.