Vinicius estalla contra Tebas tras el episodio racista en Mestalla: «No soy tu amigo»

Las declaraciones de Vinicius fueron una bomba a nivel internacional. Desde jugadores en activo como Neymar o Mbappé, hasta históricos como Ronaldo Nazario o Rio Ferdinand. Ellos también explotaron contra el racismo. Y la denuncia sobre lo sucedido se expandió por el resto del planeta en tiempo récord. Los clubes brasileños y federación carioca también denunciaron los gritos de «mono» que se escucharon antes y durante el partido en un grupo localizado de Mestalla. Y el presidente brasileño, Lula da Silva, hizo lo propio.

El lío ya había traspasado las fronteras cuando el presidente de LaLiga, Javier Tebas, se pronunció sobre lo sucedido. Lejos de condenar lo sucedido, el máximo dirigente del fútbol profesional en España atacó a la víctima: «Ya que los que deberían no te explican qué es y qué puede hacer LaLiga en los casos de racismo, hemos intentado explicártelo nosotros, pero no te has presentado a ninguna de las dos fechas acordadas que tú mismo solicitaste. Antes de criticar e injuriar a LaLiga, es necesario que te informes adecuadamente, Vinicius. No te dejes manipular y asegúrate de entender bien las competencias de cada uno y el trabajo que venimos haciendo juntos».

Cuando Vinicius aterrizó en Madrid y leyó la reacción de Tebas en Twitter, explotó. «Una vez más, en lugar de criticar a los racistas, el presidente de LaLiga aparece en las redes sociales para atacarme. (...) Por más que hablas y finges no leer, la imagen de su campeonato se estremece. Mira las respuestas a tus publicaciones y llévate una sorpresa... Omitirlo sólo te hace igual a los racistas. No soy tu amigo para hablar de racismo. Quiero acciones y castigo».

Antes de que Tebas contestase al brasileño, Vinicius le dio a LaLiga donde más le duele: en su actual nivel futbolístico. «El racismo es normal en La Liga. La competencia cree que es normal, así que la Federación y los oponentes lo animan. Lo siento mucho. El campeonato que una vez perteneció a Ronaldinho, Ronaldo, Cristiano y Messi, hoy pertenece a los racistas». Y Vinicius, aunque al principio no quiso señalar a todo un país, al final, terminó haciéndolo: «Una hermosa nación, que me dio la bienvenida y me encanta, pero que aceptó exportar la imagen al mundo desde un país racista. Perdón por los españoles que no están de acuerdo, pero hoy en Brasil, España es conocida como país de racistas». El comunicado del jugador acaba con una advertencia a los dirigentes: «Soy fuerte e iré hasta el final contra los racistas. Aunque esté lejos de aquí».

Los cruces de declaraciones entre futbolista y dirigente se repitieron este lunes. Tebas recriminó al madridista sus palabras sobre la sociedad española: «Ni España ni LaLiga son racistas, es muy injusto decir eso». Y, también sobre el fútbol español: «No podemos permitir que se manche la imagen de una competición que es sobre todo símbolo de unión entre pueblos, donde más de 200 jugadores de raza negra en 42 clubes reciben cada jornada el respeto y el cariño de toda la afición, siendo el racismo un caso extremadamente puntual».

Todo empezó de una manera extraña. Atacaba el Real Madrid en Mestalla, el balón lo tenía Vinicius en la banda izquierda y, de repente, Comert, defensa ché, encuentra otra pelota en el área y la tira contra el brasileño para frenar la acción. Eso provoca el cabreo del futbolista de la escuadra blanca, cuando quedaba alrededor de un cuarto de hora y su equipo iba por detrás (1-0). Pero lo peor, el bochorno, estaba por llegar, incluso con roja posterior del sudamericano por golpear a Hugo Duro.

De repente, el brasileño se va hacia la grada. Enojado, enfadado. Y señala a un aficionado, mientras el resto le gritan de todo. «Has sido tú», mira el sudamericano a la afición del campo de Mestalla. Y se monta el lío, con la policía desplegada en esa zona de los asientos para evitar males mayores. Los jugadores del Madrid gritan a los hinchas, entre ellos Militao y Rudiger, Vinicius que no quiere seguir, y Ricardo de Burgos Bengoetxea, el colegiado vizcaíno del encuentro, que consulta en todo momento al colegiado del VAR al ver al observar todo lo que se ha montado.

Se dirige al delegado del campo de Valencia. Le pide que lance un mensaje para que frenen los insultos xenófobos. Se oye por megafonía que paren de increpar a Vinicius, y la grada responde con «tonto, tonto». Mientras tanto, Ancelotti ejerce de padre con el brasileño y trata de calmarle, le hacerle entender que debe continuar en el campo, porque de sus labios ha salido un «no quiero jugar más». Le habían llamado «mono».

Se reanuda la contienda diez minutos después. Pero quedaba otra tangana, enorme, en el tiempo de descuento. Y el resultado fue la expulsión de Vinicius, roja, por dar un golpe a Hugo Duro, al intentar zafarse de un estrangulamiento del jugador ché. Se retira con un gesto feo, falto de deportividad, haciendo el gesto del '2' con los dedos en clara referencia a los apuros clasificatorios del Valencia, que con este triunfo pega un salto de gigante hacia la permanencia.

Dani Ceballos, al término del encuentro, explicó lo sucedido. «No es nada nuevo. Le están faltando el respeto en casi todos los campos de España. Vinicius es un profesional. No podemos hacer nada. Es un jugador de los que más faltas hacen. El Míster le ha preguntado a Vinicius que si quería seguir jugando, y ha dicho que quería seguir ayudando al equipo. Ese signo de Segunda División ha estado mal. Una afición como la del Valencia merece mucho respeto».

Carlos Ancelotti, por su parte, desveló una conversación con De Burgos. «Le he dicho al árbitro que tenía que detener el partido. Un estadio ha hecho insultos racistas ¿A ver qué pasa? habitualmente no pasa nada. Yo no quiero hablar de fútbol, quiero hablar de lo que ha pasado aquí. Que un estadio grite 'Mono' a un jugador y que un entrenador piense en quitar al jugador por eso... Significa que hay algo malo en esta Liga».