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P. RÍOS
Barcelona
Lunes, 28 de septiembre 2020, 19:25
Por primera vez desde el 2-8 ante el Bayern, en el Barça solo se habla de fútbol. O, mejor dicho, 'casi sóoo', pues este lunes se constituyó la Mesa del Voto de Censura, que tendrá diez días hábiles para revisar las 20.687 firmas ... presentadas, de las que tienen que ser buenas 16.520 para que prospere la moción en contra del presidente, Josep Maria Bartomeu. Y también este lunes el club azulgrana manifestó mediante un comunicado público «su solidaridad con el molt honorable president de la Generalitat de Catalunya, Joaquim Torra, inhabilitado por el Tribunal Supremo». Tras esta nueva demostración de que el FC Barcelona es más que un club, en lo deportivo sí se viven horas de tranquilidad e ilusión tras el esperanzador 4-0 ante el Villarreal en el estreno liguero y en el debut de Ronald Koeman en el banquillo.
No era un partido fácil ante un equipo más rodado al haber disputado ya dos jornadas de Liga, con un técnico de renombre como Unai Emery y con una plantilla reforzada con Estupiñán, Parejo y Coquelin para dar balones a dos seguros de gol como Gerard Moreno y Paco Alcácer. El día se había puesto peligroso, con los dos goles de Luis Suárez en 23 minutos con el Atlético para hurgar en la herida de la planificación deportiva azulgrana. El estado de ánimo de Leo Messi inquietaba un mes después de su burofax y apenas 48 horas después de despotricar contra Bartomeu en Instagram por el adiós del uruguayo. El último partido oficial del Barça había sido el del 2-8 y los tres amistosos previos fueron más bien aburridos ante Nàstic (3-1), Girona (3-1) y Elche (1-0). En definitiva, pese a que no había público en el Camp Nou por la pandemia, el escenario era preocupante.
La propuesta de Ronald Koeman, un 4-2-3-1 en lugar de clásico 4-3-3. sorprendió a Emery, con el Barça dispuesto a correr en las transiciones como hacía tiempo que no se veía, presionando con orden y agresividad, con concentración y un jugador decisivo en estado de gracia que no fue Messi. No es que el argentino hiciera un mal partido, pero el protagonismo se lo robó un descarado delantero de 17 años como Ansu Fati, autor de los dos primeros goles con remates precisos tras asistencias de Jordi Alba y Coutinho y responsable del 3-0 al provocar el penalti que transformó Messi, quien en el 4-0 hizo una gran jugada con un pase medido final para Busquets que Pau Torres introdujo en su portería. Todo en la primera parte. Impresionante.
La segunda parte ya fue más floja, pero sirvió para añadir buenas noticias al estreno con los prometedores debuts oficiales de Pedri, desparpajo al poder con sus 17 años, Pjanic, más experto, y Trincao, quien se atreve con todo. Además, reapareció Dembélé tras diez meses sin jugar un partido oficial. Al francés le falta soltarse, condicionado por su historial de lesiones musculares, pero si se siente fuerte puede ser una amenaza en el once titular para Griezmann, quizás el atacante más desubicado al tener que arrancar desde la derecha como falso extremo.
Messi, de 'falso 9', y Coutinho, de mediapunta, parecen fijos de momento, como Ansu Fati por la izquierda. También es cierto que Koeman confirmó que le gustaría tener un ariete en la plantilla «para otro plan» que llevaría a Messi a la mediapunta. En cualquier caso, hay combinaciones y alternativas para que el técnico pueda hacer rotaciones, como en el doble pivote, donde Sergio Busquets tendrá que mejorar sus prestaciones porque Pjanic aterriza con fuerza para acompañar a De Jong. En defensa, en las próximas horas podría ser oficial el fichaje de Sergiño Dest, lateral derecho norteamericano del Ajax de 20 años, para presionar a Sergi Roberto.
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