«¿Entrenar al Athletic? ¡Si no he debutado en Primera!»

- A sus 39 años será el entrenador más joven de Primera. ¿Le pasa todo demasiado de prisa?

- Es lo que me ha tocado. Las cosas me han salido muy bien en las dos últimas temporadas en Segunda. El hecho de ser el entrenador más joven tiene su parte positiva y también negativa, porque seré el técnico con menos experiencia en Primera.

- Tras estar con los juveniles del Antiguoko se fue al AEK Larnaca, donde ganó una Supercopa, llegó a las semifinales de la Copa con el Mirandés y acaba de subir al Rayo. Todo ello en tres temporadas. Mucho.

- Ha ido todo muy rápido. Acabé de jugar en Estados Unidos, tardé dos años en hacer el curso de entrenador y según terminé empecé las eliminatorias europeas con el AEK. Prácticamente no me dio tiempo a pensar. Luego todo vino seguido. Es mejor así.

- ¿Cómo lleva ser el técnico de moda?

- El fútbol es de los futbolistas. Los entrenadores tenemos que intentar ayudar en lo que podamos y no estropear lo que tenemos entre manos. Se trata de disfrutar, pero de otra manera. No hay nada como jugar al fútbol. Pero una vez que no puedes hacerlo participas de otro modo.

- ¿Cuándo supo que quería ser entrenador?

- Nunca me han dado envidia los entrenadores. Sufren más de lo que disfrutan. Hay un momento en la vida del futbolista cuando las piernas no te llegan para todo lo que quieres hacer y entonces empiezas a entender el juego, decidir dónde ir y dónde no. Ahí está el origen del entrenador que todos llevamos dentro.

- ¿Quién es su modelo de técnico? ¿Quién le inspira?

- He tenido entrenadores muy buenos, pero no puedo copiar a uno. Entiendo el fútbol de una manera concreta. Cojo ejercicios, ideas, formas de presionar, consejos, pero al final tiendo a jugar como siento que debo hacerlo.

- ¿Y cómo debe hacerlo?

- Me gusta que pasen cosas en los partidos. Prefiero pecar de precipitación y hasta de no llevar todo controlado a cambio de que los partidos tengan ritmo, de que nuestro volumen de llegadas sea importante. Quiero jugar en campo contrario, siempre dentro de un equilibrio.

- ¿Quién le ha convertido en lo que es?

- Mis experiencias, que son las que te van moldeando. Las de jugador y de entrenador. Tengo más experiencia como jugador, que es valiosa, pero como técnico parto de cero. Hay cosas que desconoces y no manejas. Aprender rápido de los errores es lo que te convierte en mejor técnico.

- Valverde y Bielsa le han marcado. ¿Es la mezcla perfecta?

- Evidentemente. Son dos referencias importantes para mí. Ernesto (Valverde) es un entrenador con mucho sentido común y más valiente de lo que la gente puede ver. Y Marcelo (Bielsa) hace que pienses el fútbol de otra forma. Tal vez no en los estándares en los que estamos acostumbrados.

- Después de 16 años y 510 partidos con el Athletic, ¿cómo es la vida ahí fuera?

- Siempre se ha dicho que el Athletic es un club único. La referencia es cierta. Las cosas se viven de otra forma fuera del Athletic. Lo vi sobre todo en mi etapa en Estados Unidos. Luego he estado en dos equipos como Mirandés y Rayo, que sienten el club como algo muy suyo. Ahí hay algo más de similitudes con el Athletic.

- Está predestinado para el banquillo de San Mamés.

- ¡Todavía no he debutado en Primera! Tengo que demostrar muchas cosas, ir creciendo como entrenador. Acabo de empezar. No hago planes, no sé qué será de mi en esta profesión.

- Dijo no hace mucho: «El Athletic son palabras mayores». ¿Impone respeto?

- Indudablemente. Es uno de los grandes de la Liga. El hecho de ascender con el Rayo hace que sientas que como que te pertenece el premio de entrenar en Primera. Pero ahora hay que consolidarlo y sé que va a costar.

- ¿Qué supondría para usted entrenar al club de su vida?

- Prefiero no ponerme en esos escenarios. Voy paso a paso.

- El año que viene hay elecciones. Igual le llaman.

- Bueno... Lo que tengo que hacer este año es intentar salvar al Rayo. Es el club que ha confiado en mí. Si lo consigo significará que he hecho bien las cosas. Estaré más hecho como entrenador y ya veremos lo que ocurre. ¡Un año es muchísimo!

- A finales de septiembre volverá a San Mamés para sentarse en el banquillo rival. ¿Piensa en ello?

- Será en unas circunstancias que no gustan, con el aforo limitado. No podrá haber afición visitante. La relación entre los seguidores del Rayo y los del Athletic es muy buena. Pero, evidentemente, se me hará raro.