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Tras casi dos años de ausencia, reflexión y burocracia, Euskal Selekzioa quiere recuperar el terreno perdido con una apuesta ambiciosa y novedosa. La Federación y el Gobierno vascos han asegurado este lunes que quieren «dar dignidad» a su selección con el encuentro del próximo ... 12 de octubre ante Venezuela en Mendizorroza. El presidente de la Federación vasca, Luis María Elustondo, y el director de Deporte de Lakua, Jon Redondo, confían en que el hecho de disputar un amistosos en ventanas FIFA suponga un «paso adelante» en ese proceso, ya que, según sus palabras, elevará «la exigencia y el prestigio» del combinado territorial.
Tanto la Federación (FVF) como el Gobierno vasco dieron por agotada la fórmula del tradicional partido navideño tras la decepcionante respuesta de la afición en San Mamés en diciembre de 2016, donde apenas llegó a registrarse un tercio de la entrada. En este sentido, y tras intentar sin éxito recibir a Chile en Mendizorroza el pasado mayo, sobre todo por motivos económicos, la nueva estrategia de Euskal Selekzioa pasaba por disputar un encuentro en fechas de competiciones internacionales oficiales, una vía que se estrenará en el próximo parón liguero.
«Debemos reiniciar un camino tras demasiadas trabas y terreno empedrado. Conseguir salvar el obstáculo de la Federación española y a un futuro hacia la oficialidad», ha asegurado Elustondo en la presentación del partido. El dirigente admitió que lograr el permiso de Madrid tuvo «más discusión de la esperada», aunque festejó que la «última palabra» de Luis Rubiales fuera favorable. Redondo, por su lado, aseguró que este «avance» debe servir como nuevo punto de partida. «De aquí no podemos bajar, siempre debemos estar en entorno FIFA, e incluso jugar torneos organizados por nosotros mismos», afirmó.
No obstante, el terreno de la oficialidad fue el más ambiguo de entre los que se abordaron en la presentación del próximo partido, ya que tanto la Federación vasca como Lakua son conscientes de que su solicitud chocará de plano con la organización presidida por Rubiaes. «El resto de federaciones defenderán sus intereses. Nosotros tenemos que trabajar en dos vías: en los despachos y sobre el terreno, mejorando en los partidos. Lo primero, antes de solicitar el ingreso entre las federaciones internacionales, es querer dar el paso, creérnoslo de verdad», aseguró Rendondo.
El «giro» de regresar a Mendizorroza 38 años después del último encuentro de Euskal Selekzioa busca ofrecer la imagen de un recinto más lleno y evitar el riesgo de una nueva pobre estampa como la de diciembre de 2016 frente a Túnez en San Mamés. «Ahora queremos más. Antes quizás eran partidos de carácter más familiar, y entendemos que la afición ahora está demandando más, un mayor nivel y en fechas de competición», dijo Elustondo.
Por otro lado, las instituciones solicitaron que la actitud de la hinchada sea ejemplar «tras el triste suceso de orden público» de Anoeta y el «poco público» de San Mamés. «No confundamos la fiesta con el orden», solicitó el presidente de la Federación Vasca. Por su lado, el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, invitó a los vitorianos y a los seguidores de otras provincias a vivir «una noche mágica animando a nuestra selección».
Al acto, celebrado en la sala de prensa de Mendizorroza, acudieron también Pilar García de Salazar, teniente de diputado general de Álava; el presidente de la Federación alavesa, Pedro Mari Solaun; y el presidente del Alavés, Alfonso Fernández de Trocóniz, además de los dos seleccionadores, José María Amorrortu y Mikel Etxarri.
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