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P. RÍOS
BARCELONA
Domingo, 20 de diciembre 2020, 18:49
A Ronald Koeman le gusta hablar de movilidad de sus jugadores en el campo, de sistemas tácticos dinámicos, de libertad individual por encima de ataduras dibujadas de antemano en la pizarra. Suena muy bien en las ruedas de prensa, pero en el campo no se ... va nada de eso. El Barça no supo dar continuidad a sus dos victorias seguidas ante Levante (1-0) y Real Sociedad (2-1) y no pasó del empate ante el Valencia (2-2) en lo que supone un regreso a la realidad de un equipo que no acaba de despegar, inmerso en un mar de dudas, muchas de ellas relacionadas con ese plan táctico del técnico holandés, más allá de que jugadores como Messi, Griezmann o Coutinho no rindan a su nivel. El mal resultado apagó el efecto positivo que podía tener el hecho de que Messi alcanzara por fin el récord de Pelé como máximo goleador en un mismo club: 643, como el brasileño en Santos. Ahora le falta superarlo.
Se ha convertido en un juego de difícil solución descifrar el dibujo táctico de Koeman al inicio de cada partido. Una vez que su 4-2-3-1, que sí tenía perfilado, dejó de funcionar y decidió retocarlo, ya fuese durante los partidos o en el arranque, llegó el caos. Unos ven un 4-3-3 con un centro del campo en dos alturas, otros intuyen un 4-1-4-1 y algunos creen que lo único que ha hecho es disfrazar el 4-2-3-1 que no tiene apoyos en el entorno culé, siempre añorando el 4-3-3 de Johan Cruyff o Pep Guardiola. Lo peor, en cualquier caso, es que los jugadores tampoco parecen saber muy bien cómo ubicarse realmente en el campo y el equipo se rompe con facilidad, especialmente ante equipos que se encierran y contragolpean como el Valencia.
Y lo que ya nadie entiende son las revoluciones que hace Koeman a la desesperada cuando se trata de ir a por el partido en los últimos minutos. Eso sí que ya es indescifrable, con una acumulación de delanteros que casi nunca da frutos para cambiar un mal resultado al final.
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«Fue un partido difícil, íbamos por detrás del marcador y logramos remontar, pero tenemos que estar un poco más concentrados. Controlamos el partido y tuvimos ocasiones para hacer el 3-1, pero a veces tienes que pensar que con el 2-1 es suficiente y no estuvimos acertados en defensa. En general el partido ha sido irregular. Había momentos de buen fútbol, pero perdimos balones y había peligro defensivamente. Vi al equipo con dudas», reconoció Koeman, quien había instado a sus jugadores a mentalizarse en la necesidad de ganarlo todo antes del final de año para poder optar a una Liga que ya estaba difícil tras tantos tropiezos y que ahora lo está más.
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