Messi lidera la reacción del Barça en la segunda parte

Ignacio Tylko

Madrid

Miércoles, 24 de febrero 2021, 00:34 | Actualizado 22:24h.

Comenta

El Barça ya se encuentra en ese momento de la Liga en el que todo son finales pese a que todavía le quedan quince jornadas por disputar. El castigo de jugar con esa presión tan pronto se lo ha ganado por méritos propios a base de pinchazos absurdos, como el del pasado domingo ante el Cádiz en el Camp Nou (1-1) que incluso le ha dejado en la cuarta plaza con 47 puntos por detrás de Atlético (55), Real Madrid (52 y un partido más) y Sevilla (48). Fue un tropiezo con doble secuela psicológica, pues confirmó la fragilidad deportiva y anímica del equipo al llegar encadenado al 1-4 ante el PSG en la ida de los octavos de la Liga de Campeones y demostró la falta de carácter de una plantilla incapaz de aprovechar el 0-2 del Atlético ante el Levante del día anterior. En ese contexto, el conjunto de Ronald Koeman recibe este miércoles (19:00 horas) al Elche en el partido correspondiente a la primera jornada de Liga, aplazado en su día. No es un tópico. Sólo le vale ganar. Y si no es así, la suma de decepciones se convertirá ya en una crisis mayúscula.

Otra cosa será que una hipotética victoria ante el antepenúltimo de la Liga como el Elche, con dos partidos menos que podrían sacarle de la zona de descenso, pueda ser considerada como punto de inflexión teniendo en cuenta lo que se le viene encima al Barça, nada más y nada menos que dos partidos seguidos ante el Sevilla: el sábado en el Pizjuán en la Liga y el próximo miércoles en el Camp Nou en la vuelta de la semifinal de Copa con un 2-0 en contra. El Barça no ha ganado esta temporada a ninguno de los tres equipos que tiene por arriba en la tabla. Y contra la escuadra andaluza ya empató 1-1 en casa en la primera vuelta, además de la bofetada copera. Si el Elche es una final, lo de los próximos siete días será el no va más para un equipo que no da la sensación de estar mentalmente preparado para esas batallas. Pero si quiere llegar vivo psicológicamente a esos dos pulsos tiene que superar antes a un Elche reanimado desde el regreso al banquillo de Fran Escribá tras la dimisión de Jorge Almirón.

Ronald Koeman confesó que «el domingo estaba fatal». «Me siento responsable y pienso en cómo mejorar las cosas. Me afecta pero si bajo mis ánimos y no tengo confianza... Pero hoy estoy bien. Hoy le he dicho al equipo que podemos. Ningún equipo va a ganar todos sus partidos. La distancia es menor que hace tres semanas y dependerá de los próximos partidos. Hay esperanzas y mientras haya esperanzas hay que ir a por todas», subrayó.

Achacó el problema a la falta de gol aunque el equipo es el máximo realizador de la Liga con 50, 16 de ellos de Messi, que ya comparte el Pichichi con Luis Suárez: «El problema no es que no creamos. Eso sería pedir. Hay que pedir más efectividad de los jugadores de arriba. Creamos oportunidades y no marcamos el 2-0. Son momentos importantes y en esta temporada nos falta efectividad. El porcentaje de goles es bajo para un equipo como el Barcelona». Y recordó que «en las últimas trece jornadas llevamos diez victorias y tres empates, la trayectoria es buena y hay que retomarla pese al 1-1 del otro día».

Ansu Fati, Araujo, Piqué y Sergi Roberto siguen lesionados y no estarán en un once en el que habrá rotaciones. Partirá como suplente Lenglet, que va de metedura de pata en metedura de pata, como el penalti cometido ante el Cádiz, el tercero de este curso.

En el Elche, Fran Escribá, visto lo visto, considera factible puntuar en el Camp Nou. «Vamos a tener que defender más que atacar. El juego del Barça gira en torno al mejor jugador del mundo, Messi, e intentaremos cortocircuitar su juego asociativo. Puede rotar y meter gente fresca. En teoría, tenemos menos opciones que en otros partidos. El Barça es superior, pero debemos competir. Por qué no pensar que podemos sacar algo positivo», señaló, eso sí, pidiendo respeto para su rival: «Entre comillas, es una falta de respeto dudar de los jugadores y del entrenador del Barcelona. Sigo viendo un gran equipo. Como todos los grandes de LaLiga, como Real Madrid o Atleti, o de Europa. El Barcelona jugó en Champions contra un rival enorme».

Después de un par de semanas negras, con las severas derrotas ante el Sevilla en Copa, el PSG en la Champions y los dos puntos regalados al Cádiz en el torneo de la regularidad, el Barça reaccionó frente al Elche en un trámite pendiente desde la primera jornada. De menos a más, resolvió en la segunda mitad porque ocupó mucho mejor el terreno con Dembélé en lugar del irrelevante Pjanic y Leo Messi dejó patente que no se rinde en esta Liga y aún es feliz jugando. Firmó su cuarto doblete de 2021 con dos goles de gran calidad, destreza y determinación que le sitúan ya con 18, dos por encima de su amigo Luis Suárez en la pugna por el Pichichi. Notable también la aportación de Martin Braithwaite, muy perdido cuando actúa en la banda izquierda, pero autor de dos asistencias como ariete. Tras vencer al Eibar en el reciente estreno en el banquillo de Fran Escribá, el Elche tendrá que remar, y mucho, para intentar salvar la categoría.

Realizó varias rotaciones Koeman, que señaló a Lenglet, Busquets y Griezmann al dejarlos en el banquillo, pero alineó un equipo muy reconocible para someter a un modesto rival que por algo cambió de técnico tras 16 partidos sin ganar con Almirón de jefe. No es algo nuevo, pero chirría ver de inicio a Braithwaite tan tirado a la izquierda en lugar de ser el punta que fije a los defensas y genere más espacios a Messi, De Jong, Pedri y Trincao.

Hay que detenerse en el portugués, que evoluciona bien pero sufre para definir. En el primer acto dispuso de las dos mejores ocasiones locales. Pero en ambas hizo lo más difícil, tras asociarse con Messi, y luego no supo batir a Edgar Badia, el portero catalán que aún mantiene vivos a los ilicitanos y es una de las grandes revelaciones de este campeonato. Tranquilo, ágil y valiente en las salidas, quizá se merece incluso una oportunidad de Luis Enrique en la selección española. Más aún viendo el desempeño de David de Gea y la suplencia de Kepa Arrizabalaga en el Chelsea.

El equipo de Fran Escribá estuvo comedido en ese período pero a la vez valiente cuando tenía que serlo. Se replegó con las líneas muy juntas, pero acudió con determinación y coordinación a la presión. Generó inquietud siempre que Rigoni y encaró a Mingueza. Tuvo Lucas Boyé el 0-1 en sus botas, pero se llenó de balón. Grave falta de intensidad y concentración de la defensa culé, que le dejó recibir, controlar, perfilarse y disparar sin oposición. Pudo ser una acción clave.

Más información

Koeman: «Nos faltó energía y ritmo»

Las mejores imágenes del Barça-Elche

El otro detalle determinante fue el movimiento táctico de Koeman tras el descanso, ya que retiró al irrelevante Pjanic e introdujo a Dembélé, que se situó de extremo izquierdo jy permitió al Barça ubicarse con mucha más lógica en el campo. Llegó enseguida el primer gol de Messi que abrió la senda del triunfo. Fue una jugada extraordinaria que inició Piqué, mejoró Pedri, continuó Messi en conducción y acabó el astro argentino tras una pared de espuela de Braithwaite.

Los franjiverdes no cambiaron el plan, ya que un gol de desventaja aún les mantenía vivos, igual que al Cádiz hace unos días. Pero les mató con sutileza Messi tras una arrancada soberbia desde el el centro del campo de De Jong. Ya estaba Busquets sobre el terreno para el fútbol control pero aún faltaba el gol de Jordi Alba tras dejada con la testa de Braithwaite y las clarísimas ocasiones desperdiciadas por Griezmann en el tramo final.