Messi, Pedri y Unai Simón, los tres reyes magos del Barça

El asturiano, que firmó hasta 2022, estaba sin equipo desde que el Valencia le despidió en septiembre de 2019 por sus malas relaciones con los dirigentes, sin que le sirviera de aval haber ganado la Copa del Rey 2018-19 precisamente ante el Barça (2-1), eso sí, beneficiado por el estado anímico de un equipo azulgrana en estado de shock por la remontada sufrida pocos días antes en Liverpool cuando ya se veía en la final de la Liga de Campeones.

El partido peligró hasta este martes a las 16 horas, cuando el Barcelona pudo comunicar que las pruebas PCR realizadas a todos los jugadores habían dado un resultado negativo. El equipo pudo trabajar por la tarde en la Ciudad Deportiva Joan Gamper y viajará este miércoles por la mañana a Bilbao. El desplazamiento en avión no cambió, ya estaba previsto así, pero sí el horario de la sesión, que estaba programada inicialmente a las 11 horas. La alarma sonó el lunes por la noche cuando se comprobó que dos miembros del staff técnico tenían coronavirus. Precisamente, el viaje de ida y vuelta el domingo a Huesca, donde el Barça ganó 0-1, había sido en dos autocares, con tres horas de carretera en un espacio cerrado, hecho que multiplicaba la posibilidad de contagios con los dos afectados.

El Barça busca una victoria que le coloque en tercera posición. Superaría a Villarreal y Real Sociedad con 31 puntos en 17 partidos y estaría a 5 del Real Madrid (con los mismos encuentros jugados) y a 7 del Atlético, que llevará dos choques menos (+13 potencial). El título seguiría siendo una misión casi imposible, pero el equipo azulgrana necesita por lo menos instalarse en la zona de Liga de Campeones antes de pensar en ser ambicioso si algún día logra ser regular. Ansu Fati, Piqué, Sergi Roberto y Coutinho son las cuatro bajas por lesión del Barça. El duelo supondrá el regreso a la titularidad de Griezmann, sin la confianza de Koeman y con la autoestima muy baja.

En el Athletic, que hizo un 2x1 con la rueda de prensa de Marcelino, que sirvió como presentación y previa, Yeray es baja por lesión muscular. Marcelino garantizó «trabajar mucho para ser un equipo intenso, rápido y ambicioso» y confesó: «Hace 72 horas creía que iba a entrenar fuera, pero llegó esta oportunidad de un club grande y la aproveché porque quizás no se vuelva a presentar».

Los niños en Barcelona quieren ser Messi y Pedri, dos futbolistas a quienes les sienta bien el traje de mago. El argentino ya es rey; el canario, todavía príncipe. De su inspiración depende en gran medida la felicidad azulgrana en este 2021 y en San Mamés, un estadio de noches grandes, regalaron un espectáculo de regates, paredes, taconazos y goles. En ese apartado también contribuyó Unai Simón con dos errores impropios del portero de la selección española.

Ronald Koeman lleva media temporada sin encontrar una versión definitiva para su Barcelona y a Marcelino García Toral le bastaron 72 horas para presentar en sociedad su sello en el Athletic. Es lo que conlleva contratar al técnico asturiano, que tienes la certeza de que fichas un modelo: 4-4-2, repliegue y contragolpe agresivo. Con Iñaki Williams en la punta de ataque, un cóctel molotov ante defensas abiertas. Frente al castillo de naipes que es la zaga del Barcelona, un huracán imparable.

De una llegada de Dest al área rojiblanca nació el 1-0 cuando no se había cumplido el tercer minuto de partido. Robo de Iñigo Martínez, Muniain para Vesga, Vesga para Raúl García y este, desde su propio campo, encuentra la galopada de Williams en la explanada de San Mamés. Recorte sobre Lenglet y definición con el interior ante Ter Stegen. Un contragolpe de libro, marca de la casa de Marcelino.

Tres minutos después, otra muesca del Athletic que se espera para el resto de temporada. Otro ejemplo del Barcelona que desespera cuando corre hacia su portería. Capa arrancó con explosividad desde el lateral derecho y Yuri Berchiche finalizó con potencia desde el carril izquierdo, intervención de Muniain mediante. Acabó en el lateral de la red como podía haber acabado dentro, sin oposición azulgrana a la transición rojiblanca.

Los dos zarandeos espabilaron al Barcelona, que hasta entonces ni sentía ni padecía. No posee el conjunto catalán un plan de juego definido, pero sí calidad a raudales del centro del campo en adelante y cuando se junta el talento azulgrana las ocasiones se suceden.

En el dominio del Barça, el portero del Athletic cobró protagonismo. Lo que Unai Simón te da, Unai Simón te quita. Quizás demasiado coste para cubrir la meta de la selección. Con reflejos felinos desbarató varias ocasiones azulgranas, empezando con una de Dest a bocajarro tras dejada de Griezmann en una gran acción que habían cocinado Dembélé y Messi, y siguiendo con un par de chuts lejanos de Dembélé, un disparo sin ángulo de Jordi Alba y un remate voleado de Griezmann. Sin embargo, el portero vitoriano salió en la foto de dos goles del Barcelona.

En el primero, rondando el cuarto de hora, midió mal un centro pasado de Messi al segundo palo que buscaba a De Jong y cuando el neerlandés devolvió el balón al interior del área pequeña Unai ya había cedido toda su portería para que Pedri cabeceara a placer. En el segundo, ya cerca del descanso, salió solo él sabe adónde mientras el mismo Pedri recibía en la frontal, caracoleaba y le regalaba de tacón el 1-2 a Messi, que solo tuvo que empujarla mientras el portero miraba desconcertado fuera de los tres palos. Pese a todo, había hecho méritos el Barcelona para la remontada, sobreponiéndose al inicio arrollador del Athletic, a quien se le hizo larga la primera parte.

A la vuelta de los vestuarios, de nuevo el Athletic arrancó con ímpetu, aunque esta vez sin crear ocasiones de verdadero peligro. Y como en la primera parte, el arreón rojiblanco no duraría en el tiempo. Recuperó el Barcelona la posesión y, novedad esta temporada, sentenció un encuentro que parecía condenado a enquistársele. Griezmann recibió en el lateral del área, vio la llegada de Messi desde la frontal y le puso el balón envuelto en papel de regalo, listo para que el argentino definiese por arriba. Antes, la madera había escupido con violencia un misil de Messi teledirigido a la escuadra. Después del 1-3, el mismo poste derecho repelía otro zurdazo del argentino tras una dejada de Pedri y, como no hay victoria tranquila para este Barça, Muniain hizo el 2-3 en el 90 castigando un error de Messi en la salida del balón.

El triunfo en San Mamés aúpa al Barça hasta la tercera plaza, a cinco puntos del Real Madrid y a siete del Atlético -que lleva dos partidos menos-. El Athletic de Marcelino continúa en mitad de tabla, a medio camino entre Europa, a seis puntos, y el descenso, a cinco.