Asier Garitano y su ayudante reclaman 1,5 millones al Alavés tras el despido de julio

Los representantes legales de Asier Garitano y Miguel Pérez reclaman el pago de las cantidades correspondientes a esta temporada, la 2020-2021, ya que el contrato de ambos les ligaba a la entidad albiazul por dos años, hasta el próximo mes de junio. En ese sentido, explican en la demanda que no se dieron los «supuestos» pactados entre ambas partes para que la rescisión se produjera sin la indemnización correspondiente. Con diferentes matices, pero para que eso ocurriera el Alavés debía estar situado en los puestos de descenso.

Según se apunta en la demanda a la que ha tenido acceso EL CORREO, todo gira alrededor de la cláusula novena del vínculo de los técnicos, denominada «resolución anticipada del contrato». Ahí se explica que el club podía despedir a los entrenadores sin hacer frente a las cantidades pactadas para la campaña 2020-2021 en dos casos. El primero, si el equipo permanecía «en las fechas previas a la decisión de resolver el contrato al menos 5 jornadas consecutivas en zona de descenso a Segunda». El segundo, si «tras no lograr la victoria en 5 encuentros el Deportivo Alavés entra en puestos de descenso».

Ninguno de estos supuestos se había cumplido cuando Asier Garitano y Miguel Pérez fueron destituidos después de la derrota en Valladolid (1-0) en la trigésimo cuarta jornada liguera. De hecho, se explica que la causa del despido alegada por el club fue «el descenso del rendimiento deportivo esperado». Por ello, la parte demandante recuerda que si «por causa distinta a las referidas en los párrafos anteriores» se producía un despido «el club se verá obligado a indemnizar al entrenador en la totalidad de las remuneraciones que estén consignadas en el presente contrato». De ahí la interpretación de una decisión «injustificada» y que corresponde a «un despido improcedente». No parece que la entidad albiazul tenga por delante un escenario sencillo.

El primer capítulo se vivió en el inicio del mes de agosto, pocos días después de que Garitano se opusiese a firmar el finiquito. El técnico guipuzcoano había cobrado íntegra la campaña 2019-2020 -la dirigió entera excepto las dos últimas semanas- pero reclamó también la siguiente en virtud del contrato. En aquel momento, el club anunció que existían «argumentos suficientes para oponerse» a las pretensiones económicas del entrenador. El Alavés apuntó también que «en ningún caso» se negaba al abono de las retribuciones correspondientes a la «temporada que acaba de finalizar, independientemente a que la destitución tuvo lugar con anterioridad a su conclusión».

El club albiazul precisó también que «por responsabilidad» y pese al «riesgo» de que la situación acabase en los tribunales «y el resultado no sea favorable», su intención en el litigio era «defender en todo momento los intereses del club». Después llegó un acto de conciliación sin acuerdo entre ambas partes, la demanda presentada en agosto y admitida a trámite, y un juicio que se ha fijado ya para los primeros meses de 2021. Hasta entonces existe la posibilidad de alcanzar un acuerdo, aunque a estas alturas no se antoja precisamente sencillo.

Ya existe un precedente relativamente cercano en materia de ruptura de contratos con Pellegrino y sus ayudantes, que reclamaron en su día más de medio millón de euros netos debido a que no cobraron las primas especiales por la participación albiazul en la final de la Copa del Rey de 2017 ante el Barcelona. En aquella ocasión el largo proceso acabó con una sentencia favorable al técnico argentino.