El Sevilla sigue en caída libre a la espera del Athletic

Los hinchas del Sevilla animaron tras el tempranero 0-1, insistieron tras el 0-2, pero estallaron con el 0-3 poco antes del descanso con gritos de «Pepe Castro dimisión». Pocos miraban al partido, lo hacían al palco, en un signo de a quién echan la culpa de la calamitosa situación del Sevilla. Le consideran tan responsable que gran parte de los mismos seguidores que hace no tanto silbaban a Julen Lopetegui corearon anoche su nombre.

El guipuzcoano deja al Sevilla en caída libre, empantando en las dos clasificaciones y con un 1-4 devastador ante el Dortmund. Es colista en Champions y sólo un punto por encima del descenso en la Liga. A todos dolió verle pasar por el viacrucis de ser testigo anoche de su funeral porque Jorge Sampaoli se negó a sentarse en el banquillo sin un entrenamiento previo. El argentino aterriza hoy en Sevilla y debutará ante los de Ernesto Valverde. Por eso, y por el recuerdo de los buenos tiempos, los hinchas corearon en varias ocasiones durante el partido su nombre por su tres clasificaciones seguidas al primer torneo europeo, su título de Liga Europa y el record de puntos en la Liga. Tan abatido estaba el de Asteasu por todo lo vivido que ni quiera celebró el gol de En-Nesyri.

El Sevilla venía de partidos espantosos en el Pizjuán ante equipos de fuste, 0-3 del Barça, 0-4 del City y 0-2 del Atlético de Madrid. Por tanto el primer objetivo era demostrar que estaba vivo. Los jugadores querían brindar una despedida digna al entrenador y dejaron claro que nadie le ha 'hecho la cama'.

Hubo momentos en la primera parte e incluso en la segunda en la que parecía capaz de meterse en el partido. Pero se repitieron errores muy vistos. La defensa es un coladero, el centro del campo no tiene un constructor que mire para adelante con un Isco cada vez más lejos de lo esperado y un ataque sin pólvora en el que En-Nesyri firmó su primera diana del curso. El Sevilla recibió otros cuatro goles en el Pizjuán. El equipo que se creía capaz de acabar con el orden establecido en Europa ha visto como esta campaña la brecha con los mejores le resulta tan insalvable como antes de los tiempos gloriosos.

El único motivo para el optimismo en el Sevilla es que desde hoy hay un entrenador nuevo. Sampaoli llega con la misión de rescatar al equipo del pozo. Para empezar debuta ante un Athletic que le ha metido una distancia considerable de once puntos y en un partido en el que se juega mantenerse en el grupo de aspirantes a Europa.

El argentino afronta un gran desafío porque la realidad es que tiene poco. Anoche los dos centrales eran chicos con ficha del filial. Hay mucho jugador fuera de punto. Los veteranos Navas, Rakitic e Isco han vivido sus mejores años. «Lo que tenemos que hacer es competir de verdad», admitió abatido Joan Jordán.

El adiós de Lopetegui

El Sevilla era anoche un equipo hundido y que mira al partido ante el Athletic con aprensión. Uno de los más temerosos es José Castro. La grada le tiene en el punto de mira. El duelo acabó con gritos de «Julen Lopetegui», «Julen quédate» y pidiendo la dimisión del presidente. El entrenador respondió emocionado. Entró al césped y saludó. Se dirigió al banquillo, pero al poco el director deportivo, Monchi, su gran valedor, le hizo volver al césped y los dos se fundieron en un emocionado abrazo.

Lopetegui se fue a lo grande. Dentro de lo duro que ha sido su final, por lo menos lo hace con el reconocomiento del público. Su futuro está en el Wolverhampton, según los medios ingleses.